Un reciente estudio elaborado por un grupo de científicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido) ha descubierto que estos pequeños insectos son capaces de recopilar y analizar la información antes de tomar una decisión relevante.
Este descubrimiento es muy importante, pues supone la primera evidencia clara de que hasta los cerebros más simples son capaces de realizar complejos procesos cognitivos.
La demostración se obtuvo gracias a un experimento con moscas entrenadas. Los animales fueron colocados en cajas cuyos lados tenían unos conductos de aire, uno con olores fuertes y otro con aire menos concentrado.
Una vez que los olores estaban por el ambiente y llegaban a las moscas, los insectos decidían cuál de ellos era el menos peligroso para ellas, en concreto el más débil. Así, cuando los olores eran más fáciles de distinguir tomaban decisiones más rápidas y contundentes, mientras que si eran similares dedicaban más tiempo a ‘pensarse’ su decisión.
Esto, según el profesor Miesenböck, viene a demostrar que “los mismos modelos matemáticos que describen la toma de decisiones humanas también pueden aplicarse al comportamiento de las moscas”, por lo que estos seres no actúan de forma mecánica e instintiva como se pensaba hasta ahora.