Las memorias póstumas de Carme Chacón esconden un testimonio escalofriante

Una revisión de las memorias publicadas por Joana Bonet ha sacado a la luz una conversación impactante

27 de Marzo de 2022
Las memorias póstumas de Carme Chacón esconden un testimonio escalofriante
Las memorias póstumas de Carme Chacón esconden un testimonio escalofriante

Una de las figuras políticas más controvertidas durante el segundo mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, aparte del propio presidente, fue su ministra de Defensa, Carme Chacón. Los motivos que llevaron a la elección de aquella persona de confianza para Zapatero siguen, aun a día de hoy, siendo desconocidos. Sin embargo, su nombramiento despertó muchos análisis en la época por varias cuestiones. La primera de ellas, porque Carme Chacón, una política que siempre había orbitado en torno al PSC, el Partido Socialista de Cataluña, se hacía cargo de la cartera de Defensa cuando las manos del independentismo ya comenzaban a agitar levelmente las aguas políticas españolas y catalanas. Además, Zapatero mantenía su compromiso de crear el primer Gobierno paritario en la historia de España, equilibrando el número de hombres y mujeres que ocupaban las carteras ministeriales. Este nombramiento también albergaba dos hechos históricos en uno solo: Carme Chacón era la primera mujer que se hacía cargo del ministerio de Defensa. Pero además lo hacía embarazada.

En este contexto, el lado personal de la exministra de Defensa apenas tuvo relevancia para los medios de comunicación de la época. Su discreta marcha de la primera línea de fuego política después de su derrota en las primarias socialistas en las que se impuso Alfredo Pérez Rubalcaba para suceder al propio Zapatero, Chacón retornó a la órbita del PSC y pareció desaparecer de las primeras planas de la información política hasta el desgraciado día de su fallecimiento debido a los problemas de corazón que ya arrastraba desde hacía tiempo.

Durante las largas conversaciones con su amiga que le sirvieron para redactar estas memorias póstumas, Joana Bonet nunca se había pronunciado sobre un terrorífico testimonio que Chacón compartió en calidad de amiga y confidente con la periodista. En una especie de pacto entre ambas, Bonet acordó siempre dejar de lado su ser periodístico y mantener la confidencia que su amiga había contando aquel día en secreto, ajena a los oídos del gran público. Hasta que Chacón falleció en 2017 y esta biografía póstuma se publica cinco años después del fatal desenlace.

La conversación que lo cambió todo

Bonet asegura que, en una comida en un restaurante de la Castellana, Chacón y ella comenzaron a comentar los periplos de ambas relacionados con la maternidad. En esa conversación rápidamente surgió el tema de alimentación, uno de los aspectos que más debe vigilar una mujer embarazada por la salud del feto pero también para garantizar su bienestar y su pronta recuperación después del parto. En ese sentido, Chacón le comentó a Joana Bonet, que actuaba en calidad de amiga antes que en calidad de periodista, los problemas que había tenido durante muchos años con la comida. Su inestable relación con este aspecto de la vida diaria había quedado sin resolver a pesar de que había acudido a las consultas de varios especialistas a lo largo de los años. Los vómitos indujeron a varios especialistas a pensar que se trataba de bulimia, pero el comportamiento de Chacón no encajaba en ese trastorno alimenticio.

Un testimonio horrible

Impactada, Bonet apenas podía creerse lo que estaba oyendo. Pero la siguiente confidencia de la exministra de Defensa la destrozaría por dentro. Con una escueta narración, Carme Chacón le relató a su amiga el intento de violación que sufrió por parte de un familiar, y las secuelas físicas y psicológicas que hubo de soportar durante largos años luego de aquel terrorífico suceso. Incluyendo una ducha muy larga, "como en las películas", Chacón solo recordaba "un pasillo muy oscuro". El responsable, "un cabrón asqueroso", no corrigió su detestable rumbo y años después fue acusado de abusar de la hija adoptiva de su hermana.

Con el objetivo de olvidar aquel suceso, Chacón se centró aún más en su carrera política en construcción, sepultando lo sucedido aquel día bajo toneladas de rutinas diarias y rescatando todavía más los efectos del trastorno alimenticio que había quedado sin resolver desde su niñez. Hasta que las sesiones constantes al psicólogo sacaron a la luz ese episodio tan impactante de su vida. Determinada a mostrar la misma fortaleza que siempre había mostrado, y que mostraría al frente de la cartera de Defensa cuando le fue asignada, Carme Chacón se negaba a quedar como la víctima, un papel que según Bonet "le aterraba".

Al día siguiente de aquella confesión en una conversación entre amigas, Chacón mostró su arrepentimiento y llamó a Bonet. Le recordó su deber con la información, la comunicación, su principal trabajo era el de comunicar y crear noticias para la opinión pública española, casi sin importar cómo hubiera obtenido la información. Joana Bonet suprimió en ese mismo instante su ser periodístico, incapaz de traicionar a alguien que confió en ella, incapaz de traicionar a su amiga Carme. "Pero además de amiga, eres periodista, Joana". Chacón recordaba a quien estaba al otro lado del teléfono su principal ocupación y el primer motivo por el que Carme Chacón se mostró preocupada cuando se percató de a quien había contado lo que le sucedió hace muchos años. Sin embargo, Joana Bonet supo estar a la altura.

Con estas cuatro palabras, Joana Bonet sellaba en el silencio el contenido de aquella conversación hasta hoy, cinco años despúes del trágico fallecimiento de Chacón: "Olvídate de la periodista".