Las garrapatas pertenecen a la familia de los arácnidos, que también abarca a los ácaros, las arañas y los escorpiones. Se adhieren a la piel de los animales o de los seres humanos y se alimentan de su sangre. La mayoría de las picaduras de garrapatas son indoloras y solo causan signos y síntomas menores.
El problema viene cuando la garrapata actúa como vector, es decir, que lleva en su interior un agente causal que transmite al animal o ser humano al que pica una enfermedad como puede ser la de Lyme (es necesario que la garrapata esté adherida durante al menos 36 horas).
Las garrapatas más comunes y de las que más se habla son las del ciervo y la del perro. La garrapata del ciervo tiene aproximadamente el mismo tamaño que la cabeza de un alfiler y se encuentra en muchas partes de los EE.UU. Una de las enfermedades que trasmite este tipo de garrapata es la enfermedad de Lyme.
Las garrapatas caninas abundan bastante y pueden medir hasta 1,3 cm (½ pulgada). Una enfermedad que puede trasmitir este tipo de garrapata es la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas. Si tienes perro es muy probable que hayas visto una de estas garrapatas.
La picadura de la garrapata
Una persona que sufre la picadura de una garrapata no notará nada por lo general. Lo único que verá será una zona de su cuerpo enrojecida. Si crees que te ha picado una, lo primero que debes hacer es comprobar si la tienes adherida al cuerpo.
En caso de que así sea, lo recomendable es coger unas pinzas, agarrar a la garrapata por el cuerpo y retirarle de un movimiento para evitar que se quede dentro de tu organismo una parte de su cuerpo. Si aparecen otros síntomas hay que acudir a un médico para que haga el diagnóstico.
Otro consejo es guardar la garrapata que ha sido retirada del cuerpo en un frasco cerrado y meterla en el congelador. En caso de que aparezcan síntomas de alguna enfermedad, el médico podría dar un diagnóstico más acertado si ve la especie de garrapata que es.
Para tratar la picadura, que es esa zona enrojecida de la que hemos hablado antes, lo mejor es lavarla con agua tibia jabón, alcohol para frotar o un exfoliante con yodo. No olvides lavarte las manos antes de proceder con el tratamiento de limpieza de la picadura de la garrapata.