Inés Arrimadas y otras dirigentes de Ciudadanos quisieron desafiar a la monopolización que la izquierda quiere hacer del feminismo y se encontraron con la intolerancia de las feminazis, ya que nada más incorporarse a la manifestación del 8-M fueron insultadas por la mayor parte de los protestantes.
Los gritos de "¡Fuera fascistas de la manifestación!" fueron los más sonados por las demás mujeres allí presentes cuando las políticas de la agrupación naranja se incorporaron a la protesta. (¡¡Elisa Mouliaá calienta el 8-M con un desnudo integral revolucionario!!)
Un mujer se ha acercó a Arrimadas increpándola. La política le contundentemente respondió: “Si ningún hombre me ha dicho nunca lo que tengo que hacer, ninguna mujer me lo va a decir tampoco”.
A pesar del riesgo de no ser bienvenidos en dicha protesta y de no estar de acuerdo con el manifiesto que se leyó al final del trayecto, Ciudadanos decidió participar en la manifestación. (¡¡¡Bea Talegón dice que el ‘mamarracho repugnante’ de Toni Albá no llamo puta a Arrimadas!!!)
El manifiesto
El texto habla de un “orden patriarcal, racista, colonizador, capitalista y depredador con el medio ambiente” y llama a protestar “frente a una derecha y una extrema derecha” que ha situado a las mujeres y los migrantes como “objetivo prioritario de su ofensiva ultraliberal, racista y patriarcal”.
A pesar de ello, “como cada año, estaremos en la manifestación “porque no vamos a renegar de lo que defendemos”, afirmó Albert Rivera, que considera que la protesta de este viernes “es de todos” porque la defensa de la igualdad real entre hombres y mujeres no tiene que ver con ser de izquierdas, de centro o de derechas. (El repugnante Toni Albà se reafirma: "¿Arrimadas? Pido perdón a las prostitutas")
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, la portavoz socialista Adriana Lastra y las ministras de Pedro Sánchez, todas en la manifestación de Madrid, corearon gritos como “¡feminismo liberal, ridículo total!”, haciendo mención a la postura de los naranjas.