Tamara Falcó ha ganado relevancia pública después de su espectacular paso por Masterchef Celebrity, donde la hija de Isabel Preysler consiguió convertirse en la ganadora de la edición del exitoso program de cocina de TVE.
Desde entonces, su presencia en la pequeña pantalla, y por tanto, en los medios de comunicación, no ha hecho más que crecer, convirtiéndose la marquesa de Griñón en toda una celebridad con su incorporación a la plantilla de 'El Hormiguero' de Pablo Motos.
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Sin embargo, en múltiples ocasiones, esta popularidad se contrapone drásticamente con la de su madre, Isabel Preysler, que siempre ha destacado por ser una socialité comedida y discreta.
Un choque de personalidades que, a pesar de que madre e hija están muy unidas en la casa que comparten, ha conseguido hacer que ambas se posicionen de manera muy distinta en estos últimos tiempos, teniendo incluso Tamara que pedir perdón a su madre en televisión.
La actitud de Tamara que no agrada a su madre
El beso de ganadora que daba Tamara Falcó a Jordi Cruz en la final de Masterchef Celebrity ya marcaba el comienzo de la marquesa en televisión: un comienzo que prometia muchas emociones y polémicas.
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Y así ha sido; tanto, que en el primer programa de Falcó como colaboradora de El Hormiguero, la hija de Isabel Preysler ya consiguió 'meter la pata' en televisión con su madre,a la que posteriormente pedía perdón públicamente.
"Es que no me llevó a un convento, porque no conoce tantos [...] La verdad es que de es no me acuerdo, pero me ha dicho que diga: "yo no miento". Pues eso mami, ya queda dicho" aseguraba la colaboradora en el programa de las hormigas, explicando una anécdota contada en el programa anterior.
Sin embargo, no es la única vez que Falcó ha hablado ante las cámaras de su vida privada: y es que la marquesa no duda en hablar de la gran relación que tiene con el novio de su madre, el escrito Mario Vargas Llosa, así como de sus miedos ante las cámaras.
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Unas declaraciones que podrían haber molestado en grado sumo a su madre, siempre tan celosa de su intimidad. Y es que, a pesar de apoyar a su hija en todo momento, Isabel Preysler siempre ha preferido mantener un papel mucho más secundario en los medios de comunicación.
Tanto que ha evitado entrar a comentar la última polémica en la que se ha visto involucrada su hija, tras el fallecimiento del marqués de Griñón, cuando la esposa del fallecido, Esther Doña, recriminaba públicamente a su hija no haberle dado el pésame.