El Tribunal de Cunetas reclamaba, hace unas semanas, 5,4 millones de euros a los líderes independentistas del procés; cantidad calculada de los gastos del procés que los secesionistas habrían sacado de las arcas públicas para las acciones exteriores del procés.
Una condena que ha sido recurrida por los independentistas, habiendo asegurado Puigdemont que esta sentencia no es más que una "operación" del estado Español con el objetivo de acabar con la ideología independentista "por tierra mar y aire".
Quejas y recursos que no han obtenido el apoyo de los tribunales, que han reconfirmado la condena al pago de estos más de cinco millones por parte de los 34 ex altos cargos involucrados en el procés independentista.
También el Tribunal de Cuentas ha rechazado el aplazamiento solicitado por los secesionistas para depositar los 5,4 millones, terminándose el plazo otorgado este miércoles 21 de julio.
Embargados y subastados todos sus bienes
Gran temor de los líderes condenados es no llegar a cumplir con el pago estipulado por el Tribunal de Cuentas, ya que el proceso de devolución del dinero a las arcas públicas catalanas podría ser mucho más costoso para su vida personal de lo que se supuso en un principio.
Tal y como le ocurrió a Artur Mas en 2017, cuando el ex president tuvo que hacer frente a una condena de 5,2 millones por los gastos del 9-N, los independentistas del 1-O podrían ver embargados y subastados todos sus bienes de cara a saldar la deuda con el Estado, hasta alcanzar la cantidad solicitada.
Sin embargo, si sus bienes no llegasen a cumplimentar la cantidad requerida por el Tribunal, los condenados quedarían insolventes, pero no tendrían pena de cárcel en esta condena civil, sin que ello afecte a sus procedimientos penales.
Eso sí, tal y como advertía a Mas en 2017 Ignacio González, portavoz de Jueces para la Democracia, los expresidents deberán "seguir pagando con cualquier suledo o ingreso que tuvieran en el futuro" hasta cumplir con la condena económica impuesta.