El entorno de Pedro Sánchez está siendo analizado constantemente. No es para menos, es una de las figuras más polémicas e inestables de los últimos años en nuestra historia política, por lo que muchos analistas políticos han decidido comprobar cuál es la fuente de inestabilidad que ha llegado hasta el presidente del Gobierno y lo ha afectado de tal manera.
De momento no han podido encontrar la respuesta, pero sí que pueden ofrecer variados datos sobre su entorno más próximo, su círculo interno de confianza donde destaca una de las personas que más controversia levantó en su momento. El cambio de estrategia comunicativa respecto de su mujer, Begoña Gómez, dejó a más de uno perplejo cuando se produjo de forma abrupta y repentina.
Sin embargo, la salida de Iván Redondo del grupo de asesores personales del presidente dio las explicaciones pertinentes. Cansado quizá de las constantes aspiraciones de poder de Redondo, Sánchez decidió desalojarlo de su cargo por la fuerza y sin previo aviso, provocando que todos los manierismos que Iván Redondo había construido hasta entonces se derrumbaran rápidamente.
Uno de estos erráticos modos de comportamiento era la intensa actividad pública de Begoña Gómez, al estilo de las Primeras Damas estadounidenses. Sin embargo, con la caída de Redondo y el escándalo del positivo en COVID-19 de Gómez días después de haber participado en la marcha del 8-M parecieron condenar a la primera dama española al ostracismo público.
Pero, si se retrocede en el tiempo se podría comprobar cómo ambos iniciaron su relación. El presidente, pocos meses después de comenzar una relación que está durando prácticamente una vida, escribía cartas de amor a Begoña Gómez, quien tiene un grato recuerdo de aquella época y que guarda las misivas como oro en paño para evitar su deterioro con el paso del tiempo.
Estas cartas de amor son uno de los pocos gestos amables que se conocen en el círculo privado de Pedro Sánchez, que parece haber cambiado radicalmente su carácter con su llegada al Gobierno. Desde aquella fatídica fecha ha cambiado todo, tanto para los españoles, como para el propio Sánchez.