La política internacional ya se convertía en el espejo del separatismo de Puigdemont, antes de su fuga a Waterloo.
Carles Puigdemont se ha convertido en el máximo representante del independentismo catalán desde su huida a Waterloo en 2017, aprovechando su posición como eurodiputado en el Parlamento Europeo, y la consiguiente inmunidad de la que ha gozado hasta ahora, para hacer propaganda del secesionismo catalán en Europa.
Así mismo, el fugado de Waterloo ha sabido mantenerse en la actualidad política catalana, habiendo escogido a Laura Borràs, su mano derecha, para liderar ahora JxCat, y ganar las últimas elecciones en la autonomía catalana, asegurando a Puigdemont una vía de acceso directo a la Generalitat.
Movimientos políticos que distan mucho de aquel Carles Puigdemont que ejercía como alcalde de Gerona en 2006 quien, a pesar de su poca fuerza política, ya comenzaba a mostrar su discurso supremacista en su blog personal.
"En términos de movilizaciones políticas ciudadanas hemos puesto el listón tan alto como cuando Barcelona organizó los Juegos Olímpicos de 1992. Ha quedado claro que, si nos ponemos y nos lo creemos, somos capaces de hacerlo muy bien" aseguraba sobre los primeros movimientos secesionistas.
Movimientos en los que, aseguraba el fugado, se luchaba por salir del "gregarismo" de un "Estado fallido", basado en "el incumplimiento presupuestario, la marginación en las inversiones, el insulto a la identidad nacional, el acoso a la lengua propia...".
"Una actitud de desprecio y de ridiculización y banalización del deseo de una gran parte de los catalanes" aseguraba Puigdemont en el artículo titulado 'Respect'.
Obsesión por la solución 'internacional' al conflicto catalán
"El unionismo ha convencido a los indecisos que juntos irán mejor, y que en poco tiempo, Escocia disfrutará de un nivel de autogobierno envidiable" remarcaba el expresident sobre el referéndum de Escocia de 2014 "si en unos meses, o en un par de años, las cosas no mejoran [...] los partidarios de la independencia serán legión, y muchos de los convencidos del better together se pondrán en su contra".
Esvásticas en el Parlament: el independentismo por fin muestra su verdadera cara
Así, Puigdemont valoraba, ya en aquellos años, la internacionalización de la cuestión catalana, criticando las posiciones de los mandatarios internacionales como Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU.
"Ban Ki-Moon nos reclama diálogo a nosotros (Cataluña), a nadie más" lamenta el ex president "Esto es una forma más de contribuir al desprestigio de una organización incapaz de resolver los conflictos más graves que hay en el planeta, incapaz de poner de acuerdo a los grandes Estados sobre los focos donde se están produciendo tragedias humanas que nos avergüenzan profundamente".