El fin de las restricciones impuestas por el Govern para contener el Covid-19 ha hecho que las calles de Cataluña se llenen de jóvenes con ganas de salir de fiesta. Eso sí, este hecho también ha hecho que se disparen las agresiones sexuales por sumisión química a las mujeres.
En los últimos meses se ha producido un repunte evidente en el número de violaciones utilizando diferentes tipos de drogas para anular la voluntad de las mujeres. Núria Sanvicens, responsable del Área de Química y Drogas del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona, ha explicado a Crónica Global que las cifras se han incrementado tras la reapetura de los locales y el fin de las restricciones.
A lo largo del 2021, muchas mujeres han denunciado haber sido víctimas de este tipo de agresiones. Lo que llama especialmente la atención es que las víctimas de estas violaciones han sido sometidas por sus agresores utilizando drogas y fármacos que están al alcance cualquiera.
En el 40% de los casos en los que detectan algún tipo de sustancias, se trata de alcohol. Con cantidades elevadas de estas bebidas, los agresores consiguen anular la voluntad de las mujeres y aprovecharse de ellas. Se trata de una sustancia que se puede adquirir con facilidad y que tenemos a nuestro alcance en el día a día.
"Encontramos valores de alcohol en sangre muy elevados. Teniendo en cuenta que la muestra que se extrae a la víctima suele producirse varias horas desde la agresión, significa que en el momento en el que se produjo posiblemente estaba en un estado de vulnerabilidad muy grande", ha explicado Núria Sanvicens.
La segunda sustancia más detectada son las benzodiacepinas. Un fármaco que se dispensa bajo receta médica y que disminuye la excitación neuronal, hecho que provoca un efecto ansiolítico, hipnótico y relajante muscular. El uso de este fármaco aparece en el 25% de las violaciones.
También se encuentran cannabinoides (cannabis y hachís) y la cocaína. Al final de la lista se encuentran sustancias muy conocidas como la escopolamina o burundanga, el GHB y la ketamina. Eso sí, todas ellas están muy lejos del alcohol en las violaciones que se han producido recientemente.
Situación preocupante
En los últimos 10 años se han incrementado de forma progresiva las violaciones por sumisión química. Además, llama la atención el incremento que se ha producido de agresiones sexuales a chicas menores de edad. "Hemos observado un fenómeno que nos ha llamado mucho la atención: el incremento de este tipo de agresiones sexuales a menores. Las cifras se mantenían entre un 15% y un 17% de los casos, pero este año han ascendido hasta el 30% de los que hemos recibido en el servicio de química y drogas".
Asimismo, un 55% de las violaciones que se producen en Cataluña por sumisión química se cometieron en menores de 25 años. En las redes sociales proliferan iniciativas que sirven de altavoz para intentar frenar esta oleada de violaciones.