El desplante de Kylian Mbappé al Real Madrid en el último mercado de verano todavía sigue doliendo en la afición madridista. Muchos incluso ya le cerraron la puerta y creen que Erling Haaland podría ser un mejor fichaje ante la retirada más que cercana de Karim Benzema.
Sin embargo, Florentino Pérez pretende juntar a ambos futbolistas. Este sería el gran objetivo del máximo dirigente de la entidad merengue con la finalidad de poner el broche de oro a su etapa como presidente que lleva en el cargo más de 20 años.
De hecho, el mandamás blanco empieza a reconocerlo en privado: podría perdonar al delantero del PSG y de la selección francesa con dos condiciones tan difíciles como claras.
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Se jugó dos veces con la imagen del conjunto blanco, con su prestigió y con su presidente, pero Florentino sabe que esto es una maratón y no una carrera de 100 metros. Todo puede cambiar y si bien su relación con el crack de 23 años es tan inexistente como improbable a corto plazo, el mandamás del Real Madrid empieza a dejar en claro que es Kylian quien únicamente puede abrir una tercera ocasión para que el club mueva ficha por sus servicios.
Que quede claro que por las oficinas del Bernabéu o de Valdebebas nadie va a si quiere buscar dicha posibilidad en este momento, pero repetimos que Florentino sabe que las necesidades de cada parte implicada en la novela pueden sufrir un giro de 180 grados en cuestión de segundos.
Si efectivamente Kylian Lotin Mbappé quiere vestir de blanco más pronto que tarde, tendrá que cumplir a rajatabla esta hoja de ruta. No hay otra opción posible y ahora quien tiene que dar un pasado adelante y en firme es el atacante del PSG.
El Real Madrid no quiere un Mbappé ególatra
En el Madrid no hay más ‘estrellas’ o divas. El delantero tendrá que cumplir las normas del club en cuanto a los actos de publicidad se refiere y en cuanto a las políticas comerciales que sirven a la entidad que ostenta sus servicios.
Nada de velar por sus propios intereses o de luchar por beneficios en el apartado de derechos de imagen. Humildad y cabeza agachada, son aspectos innegociables si realmente Mbappé quiere cumplir su sueño de vestir la camiseta blanca.
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La segunda condición también es clara: no habrá ni mucho menos un contrato similar a los hasta 630 millones de euros que Mbappé se llevará en París hasta el 2025. Si Kylian quiere jugar en el Real Madrid cobrará bajo la escala salarial del club y por encima de todo, sin poner una sola queja ante las propuestas del conjunto blanco.
Que Florentino vuelva a por su fichaje como en agosto del 2021 lleva de la mano dos duras medidas para el galo, que estaremos a la espera de ver si Mbappé acepta estas dos exigentes condiciones de uno de los mejores presidentes de la historia.