Joan Laporta centró en 2010 todos sus esfuerzos en sus últimos meses de mandato presidencial en el Barça en conseguir la renovación de Pep Guardiola y dejárselo así en herencia a su sucesor. Peleó con denuedo por hacerse la foto con Pep firmando su continuidad en el Barça. Pero no la consiguió. Pep no le siguió el juego. Ahora, quien no logró la firma de su amigo Guardiola jura que tiene el compromiso de Xavi para volver al Barça con él como entrenador y de Messi para renovar su contrato con el club.
Y Xavi Hernández y Leo Messi están indignados con el cariz que han tomado los acontecimientos en las elecciones del FC Barcelona. Se sienten utilizados por Joan Laporta.
Da la sensación de que Joan Laporta actúa con Xavi Hernández y con Leo Messi como hizo en 2003 con David Beckham. Habla de ellos como si fueran de su propiedad y con la seguridad de que si él sale presidente podrá hacer con ellos lo que le dé la gana.
Xavi y Messi, mosqueados con Laporta
Xavi y Leo, que conservan su amistad y el contacto permanente, han comentado entre ellos sus respectivas experiencias con el candidato Laporta y están muy mosqueados. No van a decir nada porque no quieren interferir en la voluntad de los socios a pocas horas de las elecciones, pero no les ha gustado nada la prepotencia con la que Laporta da por hecho que Xavi será su entrenador y Messi renovará sólo si él es el presidente.
Xavi inició la carrera electoral hace ya años con Víctor Font y cuando las elecciones se pusieron en marcha le pidió que le liberara, pero sin renunciar a su compromiso con él. De esta forma Xavi es de todos y no se limita a un solo candidato. Si gana Font se irá con él y si gana otro podría darse el caso de que también. Pero Laporta da por hecho no sólo que Xavi no está con Víctor Font sino que está con él. Algo que no se corresponde con la realidad.
La foto que Laporta no logró hacerse con Guardiola
Algo parecido está sucediendo con Messi. Laporta vende la idea de que Leo sólo aceptará seguir en el Barça si el presidente es él, porque les une una supuesta estrecha amistad. Y a Leo le sabe mal que sea esa la imagen que puedan tener los aficionados de él porque así la proyecta Laporta, que se muestra muy seguro, pero que en 2009, poco antes de marcharse no consiguió hacerse la foto con Pep Guardiola firmando su renovación. Pep pasó de él y esperó a que llegara el nuevo presidente para renovar.
Otra mentira como la de Beckham
A falta de nombres propios en forma de fichajes que echarse a la boca, parece que Xavi y Messi cumplen el papel de David Beckham, que en 2003 le sirvió a Laporta para ganar las elecciones. Dio a entender que si él salía presidente Beckham ficharía por el Barça, cuando en ese momento él sabía perfectamente que Florentino Pérez tenía firmado el contraro con el jugador inglés como nuevo futbolista del Real Madrid.
Puigdemont y el separatismo trabajaron para Laporta en la recogida de firmas
Pero se aprovechó de la confusión para ganar las elecciones gracias a Beckham. Afortunadamente para el Barça, lo de Bekcham sólo fue una burda mentira. Afortunadamente, porque no llegó el inglés y en su lugar Rosell trajo al Barça a Ronaldinho, que era el plan B y que ofreció al Barça mayor rendimiento que el prestado por Beckham al Real Madrid.