La marcha de Lionel Messi del Barcelona pasará a la historia como uno de los mayores errores de Joan Laporta en toda su carrera como presidente del club azulgrana. Un fallo que ha intentado deshacer, pero ya no hay vuelta atrás para una situación que se rompió por varios lados.
El resultado de la salida del delantero argentino ha llevado tanto al jugador como al Barcelona a una de las peores temporadas de su historia. Messi no ha encontrado en el PSG al equipo aspirante a todo que auguraba ser, y el Barcelona ha tocado fondo deportivamente con la eliminación en la fase de grupos de la Champions y la ‘condena’ a jugar lo jueves en la Europa League. El deseo de Laporta es que este verano pueda retornar Messi, pero él mismo ha tenido que confesar que es imposible.
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De ningún modo
“Ahora mismo no hay comunicación fluida y no hablo con él. No hay contacto personal. Él está en París pero le recuerdo con afecto”, reconocía Laporta en una entrevista esta misma semana. Hace un año, el mandatario conseguía la presidencia del Barcelona con la premisa de que tenía una gran relación con el 10, algo que se ha desmoronado.
“No he recibido ningún mensaje de Leo ni de su entorno para volver. La verdad es que en estos momentos no nos lo planteamos”, admitió, lo que refleja su caradura después de llevar semanas alentando un posible regreso de Messi sabiendo que era imposible. Pero la razón auténtica no puede revelarla.
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Relación rota
No es un secreto que Messi se sintió traicionado por el Barcelona este verano cuando pensaba que podría renovar pero al final tuvo que marcharse por la puerta de atrás. El argentino está especialmente molesto con el presidente, que jugó con él y le utilizó como arma electoral, pero también con algunos miembros de la plantilla.
El mayor enemigo de Messi en el Barcelona era antes uno de sus mejores amigos: Gerard Piqué. El argentino no olvida que el central le dijo a Laporta que lo mejor era no renovarle y dejarle marchar gratis en verano, lo que acabó de romper la relación entre los dos canteranos.
Messi no se plantea un regreso al Barcelona mientras Piqué siga en el equipo. Por su culpa tuvo que marcharse y si el club quiere recuperarle, tendrá que desprenderse del compañero que le traicionó por la espalda.