Carles Puigdemont ha tratado de meter a Google en un buen marrón. Al golpista ya no le vale únicamente con hacer daño a España dando un golpe de Estado, ahora va a por más.
Todo empezó el año pasado, tras siete años de estudio, Google fue sancionada por la Agencia Española de Protección de Datos. En mayo de 2010 le abrieron expediente a la compañía, pero no tomaron medidas hasta que llegó la amenaza de Puigdemont
300.000 euros de multa
“Sin que los afectados tuviesen conocimiento de dicha recogida y sin obtener el consentimiento de estos. Una infracción grave de 300.000 euros de multa”, dictó la resolución de la AEPD sobre Google en noviembre de 2017.
'Puigcagón' el 'líder' de la multa
El culpable fue Carles Puigdemont. Sí, el golpista huido, se vio envuelto en la polémica. No podía faltar en el mal rollo. Es obvio. Todo fue por culpa de la amenaza del líder fugado.
Precisamente, quería evitar eso, que saliese a la luz su mansión de Waterloo (Bélgica) después de ver que en noviembre de 2017 varios medios ingleses sacaban en exclusiva imágenes de su mansión.
Google Maps, a su juicio, fue el gran culpable de que eso ocurriese. La gigantesca empresa tomó rápidamente medidas para evitar sanciones mayores y ofreció la posibilidad de eliminar las viviendas. Un mecanismo que activó ‘Puigcagón’ para evitar que se filtrase su esperpento a finales de 2017, tras el golpe de Estado.