Lo han vuelto a hacer. TV3, la televisión pública de todos los catalanes, todos, ha vuelto a burlarse del juicio del Procés y especialmente del juez Marchena y su modo de dirigir los interrogatorios a los testigos.
Toni Soler y Jair Domínguez, el dúo dinámico
Como no podía ser de otra manera, ha sido en el programa Està passant, que presenta dirige, presenta y produce, con pingües beneficios, Toni Soler, uno de los telepredicadores mediáticos encargados de fabricar una opinión pública favorable al movimiento secesionista. (La repugnante crítica del 'fantoche' sectario Toni Soler a la Constitución)
TV3 le da cancha a este tipo para que se gane la vida a lo grande mientras se divierte mofándose de cualquier cosa que tenga que ver con España y no guarde relación con la obsesiva república catalana.
Toni Soler colocó virtualmente a su ayudante, el también polemico Jair Domínguez, en la sala del juicio para prestar su ficticia declaración. Y aprovecharon cortes de Marchena en sus diálogos con los cientos de testigos que han desfilado por el juicio para montar un numerito fabricando un diálogo ficticio en el que naturalmente el irreverente separatista quedaba muy bien mientras se mofaba de la situación. (¡¡Qué tipo más despreciable!! ¡¡Toni Soler se mofa de la justicia interrogando a un perro policía por el 1-O!!)
67 millones en ocho años
El gag no es un hecho aislado en TV3. Es el pan nuestro de cada día. Incluso podría tener su gracia si con la misma sorna cuestionaran los comportamientos de los líderes separatistas. Pero estos tienen inmunidad en una tele controlada por y para el separatismo excluyendo a la mayoría de la población catalana. (TV3 paga una millonada por los programas de Buenafuente y Toni Soler... ¡¡No tiene perdón!!)
Pero el negocio funciona. Además de contribuir a la implantación del pensamiento único independentista entre la población catalana, la productora de Toni Soler se ha embolsado 67 millones de euros en los últimos ocho años. Y es que la burla hacia España puede salir muy rentable en una tele que está cumpliendo a las mil maravillas la función que le han encomendado: fracturar a la sociedad catalana.