La violencia machista digital cobra fuerza: arruinan la vida a una joven al subir fotos suyas desnuda a las redes

Su expareja sentimental colgó en Instagram dos fotografías de la joven desnuda. Estuvieron visibles durante horas

La violencia machista digital cobra fuerza: arruinan la vida a una joven al subir fotos suyas desnuda a las redes
La violencia machista digital cobra fuerza: arruinan la vida a una joven al subir fotos suyas desnuda a las redes

Ana, una joven de 22 años, sufrió violencia digital machista hace cuatro años, cuanto tenía 18. A día de hoy, a pesar de que ya ha pasado mucho tiempo, sigue poniéndose nerviosa y pasándolo muy mal cuando habla de lo sucedido en las redes sociales con su expareja.

Asimismo, la víctima de la conocida como 'pornovenganza' sigue teniendo miedo a que su expareja sentimental tome nuevas represalias contra ella. Es por ello que, en la entrevista que ha concedido a El País, ha optado por no dar su apellido para contar su historia.

España, modelo a seguir en la lucha contra la violencia machista

"Sé que hubo capturas y que se pasaron por todo el pueblo", ha comentado Ana sobre las dos fotografías desnuda que subió su expareja sentimental a modo de venganza. Esas imágenes se las envió al chico cuando estaban saliendo pero, al dejarlo, el ya exnovio las subió a internet sin su consentimiento.

La joven ha reconocido que el subir sus fotografías desnuda a las redes sociales fue solo un capítulo más del infierno que llevaba tiempo sufriendo. A esta humillación pública le precedió el abuso verbal y físico de forma reiterada por parte de la citada expareja sentimental.

El chico entró en su perfil de Instagram y subió las dos imágenes sin ropa para que todos sus seguidores pudieran verla. Según ha desvelado la chica, más de cien personas pudieron verla completamente desnuda y, muchas de ellas, del pueblo del norte de Madrid en el que vive.

Esta violencia machista digital que se produjo hace cuatro años la ha dejado secuelas. Miedo, ansiedad e inseguridad son algunas de las sensaciones que sigue arrastrando Ana de aquel episodio que sufren muchas mujeres y hombres desde hace diez años.

La desescalada dispara las denuncias por violencia machista

La violencia machista digital

El acoso sexual a través de las redes sociales y otras plataformas digitales se ha duplicado en los últimos 10 años. Los expertos señalan que la mayoría de estos sucesos no son denunciados ante las autoridades policiales. Las infracciones de este tipo han pasado de 63 en 2011 a 124 en 2020, según los últimos datos sobre cibercriminalidad del Ministerio de Interior.

Los delitos más repetidos son los conocidos como 'pornovenganza' y 'sextorsión'. La primera de ellas es compartir fotografías íntimas sin consentimiento en internet o con terceras personas mientras que la segunda hace referencia cuando una persona es chantajeada con archivos de contenido sexual de sí misma.

Además de en redes sociales o aplicaciones de mensajería como WhatsApp, estas fotos pueden acabar en páginas web de pornografía sin el consentimiento de la víctima. Un ejemplo de este tipo de violencia, aparte del de Ana, es el de las más de 80 mujeres que fueron grabadas orinando en la calle durante la romería de A Maruxaina del verano de 2019. Fueron grabadas con cámaras ocultas y tanto sus rostros como sus partes íntimas circularon por la red.