El final de las vacaciones ha llevado a los políticos de nuestro país a volver a sus obligaciones y ocupar sus puestos actuales. Pero durante este periodo de tranquilidad, han sido los españoles quienes han costeado las escapadas veraniegas de funcionarios como Pedro Sánchez, Yolanda Díaz e Irene Montero. El presidente y las dos ministras de Unidas Podemos han usado ese dinero para vivir al máximo.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha pasado el verano en Galicia. La vicepresidenta segunda es uno de los miembros del Gobierno más activos en redes sociales, por lo que ha sido fácil hacerle un seguimiento. Díaz habría elegido la localidad de Baiona y la ciudad de Vigo para disfrutar de sus vacaciones y dilapidar el Erario público con fotos en Instagram y alojándose en los mejores hoteles de la zona.
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Irene Montero ha seguido el ejemplo de Yolanda Díaz y ha decidido pasar, junto con Pablo Iglesias y sus hijos, las vacaciones en una zona de playa. Sin embargo, la única pista que ha dado la ministra de Igualdad ha sido su lugar aproximado: ha señalado que su destino vacacional está "fuera de España" para sortear el acoso de los españoles descontentos con su labor.
Pablo Iglesias, aunque no forma parte del Gobierno, no ha dudado en aprovecharse de la situación ventajosa que le ofrece la posición de su mujer y ha decidido acompañarla a unas vacaciones que ninguno se merece y que está pagada por todos los españoles. Que Montero use el dinero público para irse de vacaciones puede ser entendible, puesto que todavía forma parte del Ejecutivo. Sin embargo, la presencia de Iglesias allí es una clara contradicción: está defraudando a la Hacienda pública..
Todos los españoles conocen las vacaciones de Pedro Sánchez y los dos exclusivos lugares en torno a los que el presidente ha organizado sus vacaciones. La Mareta y el Palacio de las Marismillas son lugares que generan un enorme gasto a la Hacienda pública, pero que no repercute directamente en el bolsillo del propio Sánchez. Por eso no le importa derrochar cientos de miles de euros en reformas inútiles e ineficaces para estas viviendas.
El presidente del Gobierno no ha dudado en movilizar todos los efectivos posibles para hacer su estancia en ambos palacetes lo más amena posible, incluso si eso significaba una flagrante contradicción entre lo que dice y lo que hace. El líder del PSOE sabe que le quedan pocos meses al frente de La Moncloa, y parece estar aprovechando al máximo todas las ventajas y beneficios de ser presidente de España sin pensar en las consecuencias futuras.
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Una de las pocas integrantes del Gobierno que puede ser alabada por su discreción es Margarita Robles. La ministra de Defensa no recurre a ningún espectáculo mediático ni a las redes sociales para anunciar que está de vacaciones: simplemente disfruta de este periodo de descanso. Muchos apuntan a que Robles ha pasado sus días libres de verano en Candás, una pequeña localidad asturiana que se ha convertido en el centro de la vida de Robles siempre y cuando necesita escapar del estrés de la política.