El ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, y su mujer, Marcela Topor, se conocieron en el teatro y, desde entonces, han ido de la mano en una vida en la que el político independentista va de paripé en paripé mientras sigue huyendo de la justicia española por lo ocurrido en 2017.
Marcela Topor se ha convertido en el gran apoyo de Carles Puigdemont, al que no quiere ver entre rejas o dando explicaciones ante la justicia. Le apoya en cada paso que da, ya sea más o menos acertado, aunque se ha llevado más de un disgustos debido a las malas decisiones de su marido.
El gran disgusto que le dio Puigdemont a Marcela Topor fue el 29 de octubre de 2017. Cuando el 130º president de la Generalitat llegó a casa, anunció a su esposa que huía rumbo a Bruselas después de que Mariano Rajoy aplicara el artículo 155 y destituyera a Puigdemont por organizar un referéndum ilegal sobre la independencia de Cataluña y proclamar la república.
En ese momento, la primera reacción de Marcela Topor fue reprocharle la razón por la que no había pensado absolutamente nada para el momento posterior a proclamar la independencia. "Pero ¿cómo puede ser que hicierais un 1-O tan bien hecho, que lo tuvierais todo tan preparado y que no tuvieras previsto nada para el día después de la proclamación?".
Posteriormente, la mujer de Puigdemont, según Vanity Fair, rompió a llorar. Han pasado ya más de cuatro años desde ese momento y Marcela Topor sigue apoyando al ex presidente de la Generalitat de Cataluña en lo que ellos llaman exilio aunque en realidad se trata de una fuga.
En estos cuatro años, la justicia intentó extraditar a su marido dos veces, 12 compañeros del Govern eran condenados a penas de entre 9 y 12 años de prisión por sedición y malversación y su sustituto al frente de la comunidad autónoma, Quim Torra, fue inhabilitado por la justicia.
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Carles Puigdemont ha ido de fracaso en fracaso desde que se obsesionó con conseguir la independencia. Ha ido dando palos de ciego e intentando convencer a los catalanes de que apoyasen una realidad que hubiese sido muy distinta a la que el hizo ver a todos hace ya más de cuatro años.
Ahora, sigue con el mismo objetivo de conseguir la independencia pero a muchos kilómetros de Cataluña y sin poder entrar en el país porque sería detenido de forma inmediata y puesto a disposición judicial. Eso sí, a pesar de todo, Marcela Topor (que trabaja de presentadora) sigue siendo su gran apoyo.