Tsunami Democràtic fracasó anoche estrepitosamente en su intento por llamar la atención del mundo echando mano de músculo, con una convocatoria masiva, e ingenio, con una acción sorpresa que no sorprendió a nadie. Tsunami no estuvo a la altura de lo que esperaban sus fans, pero tampoco lo está el Ministerio del Interior. Que dos meses después de iniciar sus actividades, los servicios de inteligencia de este país hayan sido incapaces de dar con los cabecillas de este movimiento y desarticularlos dice muy poco en favor de un estado de derecho que tiene la obligación de defender a sus ciudadanos de bandas clandestinas y anónimas como esta que son capaces de generar el pánico en las calles con total impunidad.
No puede vivir sin violencia
Aunque se ponen la careta del pacifismo, Tsunami volvió a recurrir anoche a la violencia, al fuego, a los enfrentamientos... Podrán decir que esa parte de la película no corresponde a Tsunami, pero sí es la consecuencia de una movilización que aseguraron llegaría a 40.000 personas y que apenas se quedó en 5.000. Pocos, pero suficientes para bloquear los accesos al Camp Nou. ¿Por qué tanto interés en impedir a los aficionados su acceso al estadio? ¿En qué consiste el 'éxito' de incordiar a los aficionados del Barça, que no pudieron asistir en coche al Camp Nou porque era imposible llegar a él? ¿Ese fue el verdadero éxito de la acción?
Desaparecido el buenismo, volvimos a las barricadas, al destrozo de mobiliario urbano (cuyo arreglo pagarán los ciudadanos), al fuego, a los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad... Había que recordar que siguen ahí cuando ya casi nos habíamos olvidado de ellos.
Poco ingenio para dos meses de preparación
Han cambiado en sus consignas la palabra independencia por la expresión de Sit and talk. En inglés, por supuesto, para que lo entienda bien todo el mundo. Repartieron pelotas de goma amarillas para lanzar al campo, aunque sólo llegaron a él una veintena, caretas de Messi con mensaje deportivo ("único en el mundo", "Visca el Barça") para que los aficionados se pudieran tapar la cara y no pudieran ser identificados por las cámaras de seguridad del estadio. El club paró la acción y requisó todas las caretas, que acabaron en las papeleras de los accesos al recinto.
También repartieron 100.000 pancartas individuales reclamando Sit and Talk, que fueron exihidas por menos de medio estadio en los momentos previos al inicio del Barça-Real Madrid. Y mostraron sus pancartas gigantes en un lugar bien visible, y con la bendición del club, aunque el objetivo también resultó fallido porque apenas se vio nada a través de la transmisión televisiva. Poco pareció para dos meses de preparación y tanto anuncio de acciones sorprendentes y definitivas.
Empezó el partido y quedaba la sensación de fracaso entre los radicales independentistas. Un fracaso que obligaba a algo más. A la violencia, por ejemplo. Sólo así, con violencia, lograron captar la atención de los medios internacionales, volcados con el acontecimiento deportivo y nada receptivos a las bromitas de mal gusto de una plataforma clandestina y anónima que se comporta como si formara parte del argumento de la serie La Casa de Papel, en donde los malos pueden convertirse en buenos a pesar de sus "simpáticas" fechorías.
Les ha fallado "la gran acción"
De todas formas, el propio Tsunami Democràtic ha reconocido que la actuación policial durante el Clásico entre el FC Barcelona y el Real Madrid de este miércoles ha impedido una "gran acción" prevista en el campo y en las gradas del Camp Nou. En un mensaje en Telegram, Tsunami puntualiza que no pone excusas, aunque no ha sido un fracaso porque "la gente no ha fallado y sigue teniendo claro que esto continúa mientras no haya autodeterminación, derechos y libertad".
En este canal, detallan que la acción estaba pensada en varias fases: la primera consistía en el acaparamiento del foco mediático y el lema 'Spain, sit and talk', dejar en evidencia al Estado y la convocatoria de protesta, la que creen que se ha logrado con éxito. La segunda fase era que el mensaje 'Spain, sit and talk' estuviera presente en el campo y en las gradas: "Dos grandes pancartas, centenares de miles de personas con cartulinas y decenas de lanzadores de pelotas amarillas han hecho ver y oír el lema en todo el mundo, a pesar de la censura", remarcan.
Afirman que Tsunami ha tenido desde sus inicios el objetivo de recuperar "la agenda y la autoestima", y considera que ha tomado la iniciativa y ha marcado cuál es el camino para resolver el conflicto político de Catalunya, por lo que cree que está consiguiendo su meta gracias al compromiso de miles de personas. Asimismo, advierten de que la fuerza de la gente no termina este miércoles, y que acción tras acción se consolida, y recuerdan que "la solución es terminar con la discriminación política de los catalanes que quieren ejercer su derecho a la autodeterminación".
¿Quién paga la factura de todo esto?
¿Y quién paga la factura de todo esto? Porque aquí hay mucho dinero invertido. Sabemos todo sobre los costes de las urnas y las papeletas del 1-0. Pero nada de Tsunami. Están en ello, pero no es suficiente. Los servicios de inteligencia de Marlaska han permitido su existencia y la consiguiente movilización de 3.000 agentes pendientes para neutralizarlos. Un coste muy alto. Demasiado alto.
El balance final de la broma fue de 9 detenidos y 60 heridos (58 leves y dos menos graves). Las detenciones se han hecho por presuntos desórdenes públicos, lanzamiento de objetos a la policía y atentado a agentes de la autoridad.
El origen del vandalismo junto al Camp Nou
El detonante de la violencia estuvo en el enfrentamiento entre una treintena de aficionados radicales, que exhibían simbología de los Boixos Nois y de los Supporters Barça, con los manifestantes independentistas que ocupaban la Travessera de les Corts ante el Camp Nou. Tras el enfrentamiento, efectivos de la Brigada Móvil (Brimo) --la unidad antidisturbios de Mossos-- acudieron al lugar para separar a los dos grupos y dispersarlos, lo que generó tensión con los manifestantes.
Una vez se han ido los aficionados radicales, los Mossos han mantenido un doble cordón en la Travessera de les Corts, con manifestantes independentistas a ambos lados, y al tratar de retirarlo y entrar por el acceso de vehículos del estadio, han comenzado los primeros altercados y la quema de contenedores.
Excrementos contra periodistas "manipuladores"
Mientras tanto, periodistas de TVE y La Sexta han denunciado haber sido acosados por parte de los manifestantes cuando trataban de informar desde los alrededores del Camp Nou de los incidentes registrados antes del Clásico entre el Barça y el Real Madrid. Durante la conexión de un directo de la periodista de TVE Cristina Pampín para informar de los incidentes en los alrededores del estadio, se ha podido ver como varios manifestantes colocaban un cartel de Tsunami Democrátic delante de la cámara. "Varios equipos de TVE han tenido problemas para informar en los alrededores del Camp Nou durante la celebración de el Clásico. La compañera Cristina Pampín ha protagonizado uno de los incidentes durante su directo para La 2 noticias", ha denunciado RTVE en redes sociales.
Además, en otra conexión en directo, la periodista de La Sexta Mireia Germán ha sido objeto de otro incidente, cuando manifestantes que la cadena ha identificado como miembros de 'Lliris de Foc' han rodeado a la reportera con excrementos. "Estaba para contar que la gente se estaba dirigiendo al estadio de forma pacífica y ha venido una persona a ponerme todo de excrementos a mi alrededor. Me ha especificado que eran de burro. Los Mossos estaban pendientes por si tenían que actuar y han venido unos compañeros para poder hacer nuestro trabajo", ha denunciado Mireia Germán, según recoge La Sexta.
Y hubo hasta saqueo de un furgón policial
Ocurrió cuando un manifestante ha conseguido abrir las puertas traseras y llevarse objetos de un furgón de los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra, que han podido ser recuperados, durante los disturbios en la zona del Camp Nou. En este punto, un grupo de manifestantes ha acorralado a dos furgonetas antidisturbios, y una decena de antidisturbios ha tenido dificultades para protegerse de la multitud, además de que un agente ha caído al suelo y otro ha perdido el casco, aunque poco después lo ha recuperado.
El incidente ha ocurrido cuando una decena de manifestantes se ha sentado en la confluencia entre Travessera de les Corts y Arístides Maillol y los mossos han tratado de retirarles, pero más personas han acudido y se han enfrentado a los policías.
Uno de los mossos que estaba en este punto ha recibido un empujón de uno de los manifestantes y ha caído al suelo durante este mismo incidente.
Además, un grupo de cuatro personas que estaba impidiendo que un furgón del mismo grupo avanzara han tenido que subirse al capó al continuar la marcha el vehículo policial.
Pudo ser peor
Más de 93.000 personas se dieron cita en el Camp Nou. Y la violencia en el exterior del recinto pudo generar una verdadera tragedia. Quince minutos antes de finalizar el partido el speaker del club informaba a los espectadores que no abandonaran el recinto por las salidas del Gol Sur que dan a Travesera de Les Corts para evitar su presencia en los actos de violencia que allí se estaban produciendo. Es decir, que también hubo que cambiar el dispositivo de evacuación del recinto con el consiguiente transtorno para los aficionados en busca de las bocas del metro o paradas de autobuses de la zona.
Esa salida civilizada pudo convertirse en una tragedia si los aficionados llegan a perder los nervios. Pero la sensación de caos y pánico ahí quedó.
Acaben con ellos de una vez. Esta banda empieza ya a ser cansina con sus bromas y la ciudadanía necesita saber que nadie puede saltarse la ley. Tampoco Tsunami.