La venganza de El Mundo contra David Jiménez por su polémico libro

En la redacción de El Mundo afirman que pidió un Touareg y le tildan de "impostor"

La venganza de El Mundo contra David Jiménez por su polémico libro
La venganza de El Mundo contra David Jiménez por su polémico libro

DonDiario.com desveló hace unos días algunos de los caprichos que habría exigido David Jiménez en su corresponsalía en Oriente Medio. Y la polémica colea. Tal y como desvela Periodista Digital, el periodista, ahora convertido en sermoneador del buen periodismo, habría exigido un "Volkswagen Touareg como coche de empresa", que tiene un coste de alrededor de 70.000 euros.

En la redacción de El Mundo todavía no le perdonan a Jiménez que haya desvelado sus trapos sucios, sus guerras internas y las censuras que sufren en 'El director', que se ha convertido en uno de los libros más vendidos del año.

John Muller tampoco se lo perdona

Un veterano de El Mundo, John Muller, afirma en su blog que "hay que pasar muchos años en las redacciones de un diario para aprender que estas son auténticas cocteleras de emociones. Y muchos años más para saber que se necesitan cualidades excepcionales para gestionar esos egos de manera virtuosa con el fin de crear un proyecto intelectual original".

El periodista no se corta contra su excompañero: "Hay que admitir que Jiménez es sincero: él se sabe un impostor y lo admite con el suficiente cuajo como para poder dejar en evidencia a quien le puso en el puesto de director del segundo periódico de España sin estar preparado para ello. En ese sentido, su relato es una auténtica novela picaresca, la de un nuevo Lazarillo, un Lazarillo del siglo XXI, digital y acomodado, pero igual de oportunista que el del siglo XVI".

Y remata: "Su osada ignorancia le lleva a confesar que realmente nunca entendió que las grandes jornadas informativas que El Mundo emprendió (ya fuera en torno al 11-M, al caso GAL o en los asuntos de corrupción política) no eran para demostrar las tesis de un comisario o para probar tal o cual conspiración, sino la de esclarecer lo ocurrido para sus lectores. Se cometieron errores, y en la gran mayoría de las ocasiones se corrigieron, pero la tarea era desafiar las hipótesis oficiales con el fin de probar su robustez (...) Pocas veces alguien ha dicho tanto de sí mismo hablando de los demás".