No parecía fácil que los españoles comenzasen a pagar por escuchar música, ver series o películas tras dos décadas de programas como Emule, que proporcionaban toneladas de clontenidos a coste cero.
Pero poco a poco los principales periódicos, El País, La Vanguardia, El Mundo o ABC, o han implantado o van camino de implantar sus propios muros de pago.
Por alrededor de diez euros al mes se podrá acceder al contenido del papel en PDF y a toda su oferta digital.
Y los medios autóctonos digitales también quieren diversificar ingresos y no depender única y exclusivamente del inestable mercado publicitario, que va camino de apuntar pérdidas superiores al 50% en televisión.
Socios
El Diario de Nacho Escolar ha superado los 20.000 socios durante este confinamiento.
La clave de su éxito es el compromiso ideológico que ofrece, que en parte suple a las escasas ventajas que oferta (los socios apenas cuentan con la ventaja de acceder al contenido online unas horas antes que el resto de los lectores).
También va viento en popa el club de amigos de Libertad Digital, que ha superado los 7.000 socios en los últimos días, Infolibre (que ha elevado sus suscriptores a pesar de haber abierto todos sus contenidos) o Periodista Digital, que ha anunciado que renuncia a cualquier ayuda pública y ha apelado al compromiso de sus lectores.