El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya ha vuelto de sus vacaciones y uno de los primeros asuntos que tendrá que abordar será la mesa de negociación con el Govern catalán, que quiere conseguir la independencia de la región a corto plazo.
Sánchez ha delegado en la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, todo el peso de la negociación con los separatistas catalanes para evitar quemarse a dos años de las próximas elecciones generales, a las que tiene previsto presentarse, según OK Diario.
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El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, y la ministra de Transportes, Agenda Urbana y Movilidad, Raquel Sánchez, tienen su plaza asegurada en la mesa de negociación del mes de septiembre.
Podrían estar acompañados de la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, y el ministro de Universidades, Manuel Castells. Yolanda Díaz podría ser la elegida para ocupar el puesto de Pablo Iglesias en las negociaciones con el Govern.
Pedro Sánchez no quiere correr riesgos
Pedro Sánchez sabe que se juega mucho con esta mesa de diálogo. Los españoles mirarán con lupa todo lo que ocurra y, por esa razón, prefiere echarse a un lado y no salir en la fotografía a pesar de que ha demostrado que le encanta salir en primer plano.
Si la mesa de diálogo no tiene buena acogida o se toma alguna decisión que no guste a los españoles, el Gobierno de España podría quedar muy tocado de cara a las elecciones generales de 2023. Sin embargo, Pedro Sánchez podría salir prácticamente ileso si no participa.
El líder socialista sabe que no serán unas negociaciones sencillas. Los separatistas quieren un referéndum vinculante para acercarse a la independencia pero el Gobierno de España, por ahora, se niega a que acudan a las urnas para intentar separarse del resto del país.