Rocío Carrasco echó un poquito más de leña al fuego en su relación con Rocío Flores, de forma discreta pero con alevosía, durante el avance de su nueva serie en Telecinco, 'Montealto: regreso a la casa', que se estrenará el próximo viernes. La hija de la más grande acudió a plató para hablar con Jorge Javier Vázquez brevemente y presentar la primera estancia de la casa de muñecas gigante en la que han reconstruido el que fuera el domicilio de Rocío Jurado.
Allí se dieron cita algunos colaboradores afines a Rocío Carrasco, como fueron Carlota Corredera, Belén Esteban, Valeria Vegas y Nacho Gay. La elección de los invitados a esta especie de preestreno no fue casualidad, especialmente la del último de ellos. Estamos hablando del director de Vanitatis, el medio de comunicación que publicó la sentencia a Rocío Flores por la agresión a su madre cuando todavía era menor de edad. ¿Casualidad?
Carlota Corredera al borde del abismo tras la fuga de Paz Padilla
Son muchos los que no han caído en el durísimo dardo envenenado hacia su hija que suponía la presencia de Nacho Gay en plató para comentar este primer avance del programa. Y es que la publicación de la sentencia por la agresión a su madre en el año 2012 fue el inicio de la peor pesadilla para la joven colaboradora de 'El Programa de Ana Rosa', que desde ese momento no ha conseguido escaparse de los reproches y el linchamiento de todos aquellos que no entienden que la gente puede cometer errores y cambiar.
La presencia de Nacho Gay en plató dejó claro el escaso propósito de Rocío Carrasco por limar asperezas con su hija, ya que el periodista no solo dirige Vanitatis sino que además fue la persona que firmó la serie de reportajes con la que se quiso hundir a Rocío Flores y ensuciar su imagen pública por venganza. De este modo, el programa de este martes estuvo lejos de ser un espacio 'amistoso' y de paz y concordia. El odio volvió a estar presente.
Rocío Carrasco colocó a sus amigos en el programa
Que Nacho Gay estuviera allí no fue casualidad ni fue una invitación cualquiera. Rocío Carrasco quería que estuvieran sus amigos y la presencia del periodista refleja la relación que tiene con él y, por ende, explica muchas cosas sobre cómo pudo conseguir la sentencia judicial que condenó a Rocío Flores por su agresión contra su madre cuando apenas era una cría de 15 años.
Una sentencia que ha sido utilizada como arma arrojadiza por los enemigos de Rocío Flores en múltiples ocasiones, y que constituye una de sus mayores pesadillas a pesar de que en España existe la reinserción.
El detalle de la presencia de Nacho Gay no fue entendido por muchos, pero fue un claro mensaje hacia su hija Rocío Flores: la guerra no ha terminado y hay muy pocas posibilidades de que se reconcilien porque no hay ningún ánimo de aceptar el perdón de su hija por parte de la madre. Si la hija es sincera o no al pedirlo, es algo que solo ella sabe, pero la hemos visto ya en innumerables ocasiones reclamando el amor de su madre delante de las cámaras mientras esta permanece impasible.
Solo derramó lágrimas durante el docudrama contra Antonio David Flores, lágrimas que mucha gente no se ha podido creer por las incontables incongruencias de su testimonio y la necesidad de censura que ha tenido en Sálvame para tapar las lagunas de su relato.