Kiko Hernández ha demostrado, en los útimos años y sobre todo en los últimos meses, no tener filtro alguno a la hora de cargar contra quien le apetece. Amigos o enemigos, todos pueden ser víctimas de la viperina lengua del colaborador, que ha dejado claro que, para él, un buen titular es más importante que muchas de sus amistades.
Algo que ha vuelto a demostrar en Sálvame, con una cruel humillación a Lyia Lozano que ha hecho que la periodista casi acabe llorando ante las cámaras del programa.
Todo comenzaba cuando la periodista, íntima amiga de Anabel Pantoja, aseguraba no haber podido hablar con ella desde la salida de la entrevista de Omar Sánchez, apareciendo "el contestador" cada vez que Lozano intentaba llamarla.
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Justo en ese momento, Kiko Hernández cogía su teléfono y, ante la sorpresa de todos, hacía una llamada: "Anabel, soy KIko" decía, saliendo del plató para continuar con la llamada en privado lejos de los micrófonos.
Sin embargo, estas dos palabras eran más que suficientes para la periodista, que se derrumbaba en plató: "muchas gracias Anabel, querida" se lamentaba la periodista, mostrando su evidente decepción con su amiga.
Una broma de muy mal gusto
"Era Anabel Alonso, que me ha deseado suerte por el teatro" confesaba Kiko Hernández al volver al plató, muy sonriente, y dejando en ridículo a Lydia Lozano, que no podía creerse la jugarreta de su compañero "te la has comido, pero enterita" remarcaba.
Palabras que provocaban que María Patiño, apoyando a su compañera, le soltara un pequeño rapapolvo a Kiko Hernández: "casi se pone a llorar" le recriminaba.
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Algo que no parecía preocupar en absoluto a Hernández, que continuaba el programa como si tal cosa, mientras que Lydia Lozano, aún tardando unos instantes en recuperarse, se tranquilizaba sabiendo que una de sus mejores amigas no la había 'traicionado' con el colaborador más ácido de Sálvame.