Como era de esperar, el supremacista Quim Torra ha empezado a colocar a sus amiguetes para recibir a los golpistas presos. La prisión de Lledoners ya cuenta con una nueva directora colocada.
Fue precisamente en ese centro penitenciario donde se alojaron los golpistas antes de ser trasladados a Soto del Real. Y será la cárcel encargada de mantener entre rejas a los políticos enjuiciados hasta la sentencia del Tribunal Supremo.
Torra hará lo que haga falta para que no se sientan en una prisión
El 1 de julio se hará efectivo en relevo en la dirección de la prisión, donde Paula Montero será sustituida por Susana Gracia, la actual coordinadora de los programas de rehabilitación de la cárcel. (¡¡Los presos estarán en Cataluña la semana que viene!!)
Montero ha sido directora durante tres años a pesar de que su compromiso estaba limitado a dos años. Después de su relevo, ocupará un nuevo cargo en Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima de la Generalitat.
Dado que la Generalitat tiene cedidas las competencias en materia penitenciaria, Quim Torra puede hacer lo que le plazca y acomodar las celdas de los presos para que se sientan como en casa.
La última palabra la tiene el Juez Marchena
La cara visible de la consejería de Justicia, Ester Capella, es la que soltó al mayor del “Clan Pujol” cuando apenas había cumplido 60 días en prisión. Eso indica el doble rasero que tiene el gobierno de la Generalitat con los presos.
Por el momento no es seguro que los golpistas vuelvan a cárceles catalanas. Tanto los hombres que estaban en Lledoners, como las mujeres que estaban en Catllar (Forcadell) y Puig de Basses (Bassa), tendrán que esperar al fallo para ver si el Juez Marchena les permite trasladarse. (¡¡Los indepes amenazan por carta a las empresas que financiaron a Valls!!)