Pedro Sánchez no tiene ahora mismo otra obsesión que sacar adelante sus presupuestos. Y para ello necesita el apoyo de los separatistas catalanes. Les ha pedido su voto avisándoles de que se vayan preparando si cae su gobierno y vuelve el PP formando parte de un tripartido con Ciudadanos y VOX que Rufián califica de "trifachito". Pero la respuesta de ERC es siempre la misma "queremos un gesto convincente con los presos". (https://www.dondiario.com/que-fuerte-podemos-ofrecio-a-erc-la-cabeza-de-borrell-a-cambio-de-su-apoyo-en-los-presupuestos)
La trampa legal que beneficiará a los presos
Y Sánchez ha encontrado la manera de hacer felices a los golpistas para garantizar a su gobierno llegar al final de la legislatura. Se ha inventado una trampa legal, un juego de palabras que puede abrirles el cielo a los presos que están en la cárcel por saltarse la Consitución y atentar contra la unidad de España. (ERC chantajea al Estado por el juicio de los presos)
Se trata de cambiar la acusación de rebeldía a los procesados por la de un delito de conspiración para cometer rebelión. Parece lo mismo, pero legalmente no lo es. Es una trampa legal que permite el artículio 477 del Código Penal: “la provocación, la conspiración y la proposición para cometer rebelión serán castigadas, además de con la inhabilitación prevista en los artículos anteriores, con la pena de prisión inferior en uno o dos grados” a la del delito de rebelión que imputa la Fiscalía a los acusados.
De esta manera, los cabecillas de la rebelión golpista se beneficiarían de una condena más leve, de siete años como máximo, lo que les permitiría acceder al tercer grado de manera que sólo tendrían que ir a la cárcel a dormir antes de recibir la libertad condicional, ya que se computaría el tiempo que han pasado en la cárcel como prisión preventiva. (La ANC trabaja para colapsar Cataluña, Madrid y Europa durante el juicio del 1-O)
Es el nuevo escenario que ya empieza a contemplarse en los ámbitos jurídicos madrileños y que desvela Crónica Global. Es la solución que ha encontrado Pedro Sánchez para buscar una salida a la crisis política instalada en Cataluña.
El gesto que esperaban los separatistas
Este nuevo giro al proceso contra los políticos golpistas empezó a intuirse cuando la Fiscalía y la Abogacía del Estado, dependientes del Gobierno, renunciaron a ejercer la acción civil y cambiaron la acusación de rebelión por la de sedición.
Queda pendiente resolver el tema de la malversación de fondos públicos desviados en la estrategia de saltarse la Constitución, que exigirá "restituir lo sustraido y reparar el daño e indemnizar los perjuicios materiales y morales" causados. (ERC quiere convertir en un patético show internacional el juicio a los presos)
Es el gesto que esperaban los separatistas, una rendija legal por la que colarse para que los presos recobren la libertad lo más pronto posible.