La Torre de Pisa, uno de los monumentos más famosos del mundo y más visitados por los turistas, es conocido por su inclinación.
El famoso monumento, que es símbolo de la ciudad toscana y uno de los monumentos más icónicos de Italia, se está enderezando poco a poco.
Desde que comenzaron los trabajos de consolidación en el año 1993, la Torre de Pisa se ha enderezado un total de cuatro centímetros.
Es una medida muy notable que está por encima de las expectativas de los técnicos teniendo en cuenta que hasta 1993 la inclinación de la torre se acentuaba cada vez más.
"En 1990 la inclinación crecía 1,5 milímetros cada 12 meses", ha explicado el arqueólogo e historiador del arte Salvatore Settis al Corriere.
Además, en septiembre de 1995, los técnicos que se encargaban de los trabajos de consolidación temieron por la estabilidad del monumento porque comenzó a moverse de forma no prevista.
Los técnicos evitaron el derrumbe
La alarma surgió cuando se colocaron en el terreno opuesto al de la inclinación cables de acero a 50 metros de profundidad, lo que aceleró por un breve periodo la pendiente de la torre.
A pesar de ello, los técnicos pudieron controlar la situación, llegando a contrastar la fuerza de gravedad de la torre con su inclinación de casi 4 metros. El sistema de contrapesos y microgalerías que se realizaron evitaron el colapso.