La borrasca Filomena ha traído a parte de la geografía española la mayor nevada que se recuerda en la Península desde 1904
Una nevada que, al igual que hizo la pandemia del coronavirus y cualquier otro desastre de grandes proporciones, ha desatado las teorías conspiratorias de muchos ciudadanos, que han utilizado las redes sociales para crear la duda y el temor sobre el origen de estos fenómenos.
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Así pues, muchos han sido los vídeos que han aparecido este fin de semana en las redes asegurando que la nieve de Filomena es, en realidad, plástico.
Y los conspiranoicos ofrecen una prueba, la del "mechero": al quemar la bola de nieve, en lugar de derretirse, se pone de un color negruzco, y desprende un sospechoso olor a quemado, según la protagonista del vídeo.
Las redes se dividen: ciencia o creencia
"Pues yo no me andaría con tanta bromita. Esto puede ser un tema muy serio. Seguid negando la evidencia y el tiempo nos pondrá cada uno en su lugar" ha asegurado un usuario, molesto con las bromas y los comentarios que han recibido los vídeos conspiratorios de la nieve de plástico.
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Sin embargo, una usuaria ha intentado poner un poco de cordura en el hilo, que ya se ha convertido en tendencia en Twitter, dando una explicación científica a este curioso suceso.
"Al aplicar una llama a la nieve, no se derrite, sublima, es decir, pasa adirectamente a estado gaseoso. Y se pone de color negro y huele a plástico porque el combustible del mechero no se quema al 100% y deja restos en la nieve. Caso cerrado".