La pandemia del coronavirus provocaba que el Gobierno de España decidiera imponer unas duras restricciones a la ciudadanía: restricciones que no sólamente contemplaban el confinamiento domiciliario de toda la población española durante meses en sus casas, sino posteriores medidas 'anti-Covid' durante el periodo de 'desescalada' que condicionaban en gran medida, la actividad económica del país.
Así pues, muchas pequeñas empresas se vieron condenadas a reducir su aforo en los locales, cambiar sus horarios de apertura, etc; mientras tanto, los bares y restaurantes se veían condenados, en muchos casos, a limitar su aforo a límites casi imposbles, mientras algunos negocios, como las discotecas, mantenían sus persianas cerradas ante las restricciones autonómicas.
Una complicada situación, enmarcada en la pandemia del coronavirus, que ha provocado una brutal criis económica en el país, siendo muchos los hogares españoles que pasan verderas dificultades, a las que, en los últimos meses se ha unido la subida del IPC, de la factura de la luz, el diésel, etc. Algo que también afecta a las pensiones, siendo cada vez menor la capacidad económica de los más mayores de la sociedad.
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Algo ante lo que el Gobierno de Sánchez parece haber encontrado una única solución: aumentar la recaudación estatal, a través de los impuestos generales de todos los ciudadanos, así como las cotizaciones sociales de los trabajadores.
Un "mínimo esfuerzo" que no incluye a Sánchez
Así pues, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, justificaba este sábado el acuerdo pactado con los sindicatos para incrementar las cotizaciones sociales de los trabajadores, soportando las empresas una subida del 0,5% de las cotizaciones de los empleados en la Seguridad Social, y los trabajadores, un 0,1%.
"Con este mínimo esfuerzo durante los próximos 20 años vamos a garantizar la revalorización de las pensiones conforme al IPC y la sostenibilidad del sistema público de pensiones" aseguraba el presidente socialista en el congreso del PSOE de Canarias.
Una medida que cuenta con el rechazo de la patronal, preocupada por la complicada situación que atraviesan miles de empresas y autónomos en el país... sin que esta preocupación haya llegado al Ejecutivo de Sánchez.
Y es que el Gobierno de España liderado por Sánchez, mientras piden este nuevo "esfuerzo" a la ciudadanía para solventar la crisis económica, sigue beneficiándose de las arcas públicas, sin renunciar a la subida del 2% aprobada para los salarios de los funcionarios, subiéndose así el sueldo de presidente, ministros y resto de equipo de Gobierno, mientras los ciudadanos españoles ven su cartera cada vez más vacía para llenar los bolsillos de sus representantes.