Que lo jugadores profesionales se comparan con su versión digital en el FIFA es una realidad.
Que intentan marcar goles con ellos mismos, también.
Y que se ríen en el vestuario con el resto de sus compañeros cuando otro es más lento, por supuesto.
Ya lo vimos con Dani Parejo en La Resistencia de David Broncano. El presentador y todo el equipo le ‘echaban en cara’ su falta de ritmo, una estadística que se refiere a la velocidad y aceleración del jugador.
La comparación de Achraf
El confinamiento ha supuesto un auge en las competiciones en línea de FIFA 20. Los jugadores no pueden salir al césped, así que por lo menos intentan no alejarse de los terrenos a juegos tirando de consola.
Uno de ellos es el jugador del Real Madrid, cedido en el Borussia Dortmund, Acharf Hakimi.
El lateral marroquí juega al “FIFA cada dos días”, tal y como él mismo ha confesado. No le importa donde: “cuando estoy en casa o viajando”. (“Se lo llevan y gratis”: Florentino prepara el mayor ‘zasca’ de la historia contra el Atlético de Madrid)
La táctica
No es de los que siempre usan la misma táctica. Le gusta presionar tras perder la posesión y busca “espacios en el campo para intentar marcar un gol rápido”. Como a todo jugador, le encanta gestionar la alineación antes del partido. (Achraf ¡ficha! por el Real Madrid. El club ha rechazado todas las ofertas)
Pero ya saben. Cada jugador tiene una puntuación. Una nota del 1 al 99 que se establece de la media de 6 valores: ritmo, disparo, pase, regate, defensa y físico. En el caso de Acharf estos son sus valores:
Ritmo: 94
Disparo: 71
Pase: 77
Regate: 84
Defensa: 75
Físico: 77
Su nota media, y por tanto su calidad en el FIFA, es de 82. Una nota muy buena para la edad del jugador (21 años). Hay otros valores que no se contemplan directamente en la tarjeta, pero que también ponderan.
La sobrada
Se trata del control del balón, la anticipación, el equilibrio, los centros, el pase corte, el pase largo, la potencia del tiro y los robos. Y lo que más le gusta a Achraf: ¡la velocidad!
El lateral del equipo bávaro cuenta con ¡93 de aceleración, 96 de velocidad y 86 de resistencia! Le preguntaron por ello, y él contesto:
“Igual que en la vida real, ¡soy rápido!”