Los miembros de la Manada, acusados en un principio de un delito únicamente de 'abuso' se encontraron con que la acusación se había modificado, siendo ahora juzgados por un delito de abuso sexual (finalmente, siendo condenados por ello).
Esta modificación se debe a que la sentencia del Tribunal Supremo consideró que no es necesario un esfuerzo físico para doblegar a una persona, sino sólo que varias personas, superiores en número o fuerza, tengan un plan conjunto de carácter delictivo, lo cual ha sido considerado como "intimidación ambiental", concepto que se recoge en el acta en varias ocasiones.
Los indepes están nerviosos
Y es que esta 'intimidación ambiental' podría ser utilizada por el Tribunal Supremo para justificar que sí hubo violencia en el referéndum, pudiendo así acusar a los independentistas de un delito de rebelión.
Esta violencia también sería respaldada por las declaraciones de testigos del caso, presentados por la Fiscalía y la acusación popular ejercida por Vox. Estos testigos, entre los que se encuentran miembros de la Policía y la Guardia Civil, han aportado pruebas audiovisuales de la violencia del 1-O: agresiones a los agentes, lanzamiento de objetos, amenazas, etc.
Fuentes cercanas a los independentistas presos afirman a ElConfidencialDigital (EDC) que están muy atentos a lo que pueda suceder con el TS, ya que consideran que sería "muy grave que nos comparen con violadores".
Ya preparan el recurso
Estas mismas fuentes de la defensa de los presos aseguran que están dispuestos a acurdir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para denunciar la equiparación de la votación ilegal con una violación. (El independentismo vuelve a demostrar su calaña: ¡¡Se 'borra' del homenaje a Miguel Ángel Blanco en el aniversario de su asesinato!!)
Consideran, además, que presentar estas alegaciones a Estrasburgo es su única opción, ya que "ni el Supremo ni el Constitucional nos van a dar la razón, porque son tribunales políticos".