Emilio Rodríguez Menéndez ha hablado sobre la serie documental de Rocío Carrasco y ha confirmado la versión de ésta: sin embargo, lejos de ayudarla la ha desacreditado
Emilio Rodríguez Menéndez, el ínclito abogado cuyos tejemanejes obtuvieron gran relevancia hace 20 años y que fue letrado de Antonio David, ha hablado sobre la serie documental de Rocío Carrasco y lo ha hecho desde su deseo de venganza.
A sus 70 años, ya retirado de la abogacía, ha confesado públicamente que lo que cuenta Rociíto es cierto. Lo ha hecho en una entrevista para Vozpópuli. ¿El problema? Que su inquina hacia Antonio David hace que su testimonio suene muy poco creíble.
"A Antonio David Flores se le está dando una importancia que no tiene. Para Rociíto sí la tiene porque lo que está contando de los malos tratos y tal a mí me consta que eso es cierto, lo que pasa es que no puedo hablar por el secreto profesional. A buen entendedor, pocas palabras le bastan", asegura Rodríguez Menéndez.
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Por otro lado, el ex abogado se ha lavado las manos sobre el tema de las cintas supuestamente grabadas en casa de Rocío Jurado: "A mí jamás me ha enseñado un vídeo de casa de Rocío Jurado".
Además, Rodríguez Menéndez cuenta que la idea de pedirle 1.000 millones de pesetas a Rocío Jurado por llamar maltratador a Antonio David en Argentina no fue suya: "Lo único que puedo decir de Rocío Jurado es que era una mujer súper correcta, algunas veces coincidimos en los juzgados en los asuntos de Antonio David por las demandas que te exigía que pusieras".
"Yo le hacía firmar un documento advirtiéndole las mínimas posibilidades de conseguir un resultado positivo, igual que la de los 1.000 millones. Le dije que era una locura", afirma.
Venganza contra Antonio David
Más allá de estas revelaciones, Rodríguez Menéndez también ha hecho una serie de comentarios que dan que pensar que su único objetivo puede ser desacreditar a Antonio David, más allá de que sea verdad o no el relato de Rocío Carrasco: "A mí me debe medio millón casi, y no he conseguido cobrarle. Tengo un proceso pendiente contra él en Alcobendas para cobrarle", confiesa.
También habló sobre el papel del ex Guardia Civil, y el suyo propio, en la revista Dígame: "Yo no fui nunca el director de Dígame, fui el presidente del grupo editorial. A él le pusieron de anzuelo porque en aquellos tiempos la gente de clase media le apoyaba, pero él no tenía ninguna participación ni iba por la redacción. Lee y escribe con dificultad", finalizó.