José Antonio Ortega Lara, miembro de la agrupación Vox, llegó al hotel acompañado del presidente de la formación política, Santiago Abascal, para protagonizar un acto político.
Pero lo que sorprendió a Ortega es que una multitud de radicales lo insultaron continuamente y le desearon "la vuelta al zulo" en el que ETA le mantuvo prisionero 532 días, hecho que supuso el secuestro más longevo que había llevado a cabo la banda terrorista.
A pesar de los altercados, Ortega Lara se subió al escenario y ante todos los asistentes, empezó a desglosar el programa electoral de Vox.
Se basó en la centralización, la defensa de la simbología española y críticas a la gestión de gobierno de Pedro Sánchez, pero nada en referencia a los incidentes anteriores, que se saldaron con dos detenciones policiales.
Abascal sí que condena los insultos
El candidato de Vox sí que condenó con vehemencia el "Ortega Lara, de vuelta al zulo". Pero lo que sorprendió a más de uno es la serenidad con la que el ex preso de ETA se tomó los acontecimientos.
Según relató Abascal, su compañero no comentó nada del asunto de los insultos. "Cuando terminó el acto, tampoco sacó el tema. Nada, de verdad, nada", confirmó.
"Nunca he imaginado que podría suceder algo así. Me parece sana la crítica y quien no esté de acuerdo con nosotros que grite y critique, pero ¿desearle el zulo a José Antonio?", lamentó el presidente de Vox.
El máximo mandatario de la agrupación también analizó la tranquilidad de su compañero. "Hay una parte de carácter, constitucional. Es un hombre tranquilo. Pero creo que hay otra muy importante de fe", analizó.
Según fuentes cercanas al partido, varios miembros de Vox están trabajando duramente para intentar identificar a los autores de estos altercados, mirando varios videos de los hechos.