El 28 de febrero de 2013, hoy hace ocho años, el Papa Benedicto XVI renunció al papado y pasó a ostentar el título de papa emérito.
Benedicto había anunciado su renuncia el 11 de febrero en una decisión excepcional en la historia de la Iglesia que cogió a todo el mundo por sorpresa.
El único precedente en la historia es el de Celestino V (1294), que renunció al papado de forma libre y voluntaria.
Falta de fuerzas
“He llegado a la certeza de que mis fuerzas, debido a mi avanzada edad (85 años en aquel momento), no se adecuan por más tiempo al ejercicio del ministerio petrino. Con total libertad declaro que renuncio al ministerio de obispo de Roma y sucesor de Pedro”, alegó Benedicto XVI.
Sin embargo, el motivo real de su renuncia sigue siendo un misterio a día de hoy.
Escándalos de pederastia y 'Vatileaks'
Y es que Benedicto XVI renunció al papado en un momento realmente convulso.
Los escándalos de pederastia dentro de la Iglesia o el tema de los ‘Vatileaks’ que protagonizó Paolo Gabriele, mayordomo del pontífice, antecedieron a la sin duda sorpresiva renuncia de Benedicto XVI.