El Real Madrid firmó una de las grandes gestas que siempre han caracterizado su historia, esta vez ante el PSG en la Champions. Una remontada que será recordada durante muchos años y que tuvo varios protagonistas, algunos señalados a aparecer y otros inesperados.
Más allá de que todos los focos son para Benzema y Modric, el Real Madrid prácticamente al completo jugó un partido de gran nivel, sobre todo en la segunda parte. Esa reacción tras el descanso fue impulsada por los cambios de Ancelotti, que esta vez decidió hacerlos antes de lo que acostumbra, sobre el minuto 60 del partido. Rodrygo y Camavinga saltaron al campo para coincidir con el tramo huracanado del Real Madrid en el que se llevó por delante al PSG y dejó la eliminatoria teñida de blanco.
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Secundarios de lujo
El Madrid llegaba al partido con problemas en varias líneas por sanción de jugadores y otros que llegaban entre algodones. Ancelotti decidió apostar por Valverde de inicio ante la ausencia de Casemiro, pero colocando a Kroos en la posición de pivote. Pero decidió cambiar el plan en busca de la remontada en la segunda parte.
Antes de que se cumpliera la hora de juego, con 0-1 en el marcador, Ancelotti sacó al campo a Camavinga y Rodrygo por Kroos y Asensio, cambiando la formación para pasar a jugar con un doble pivote y dar libertad a Modric. Una solución que terminó de desatar al Real Madrid y dejó al PSG confuso sin saber cómo meter mano a los blancos.
El doble pivote formado por Camavinga y Valverde resultó ser el mejor muro para que Modric pudiera desplegarse y dio alas al Real Madrid. Una asociación que ahora se plantea a Ancelotti como una opción muy viable para futuros partidos ante rivales de altura como alternativa al triunvirato Casemiro-Kroos-Modric.
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Rodrygo salió como un ciclón
Además el cambio de esquema en la segunda parte, Ancelotti decidió rotar el puesto en el que más dudas tiene esta temporada, el extremo derecho. Asensio había tenido algunas ocasiones para ver puerta en la primera parte, pero tras casi una hora sobre el campo, el técnico decidió pasar al plan B, que esta vez resultó también exitoso.
Rodrygo coincidió con los mejores minutos del Real Madrid y pudo poner su firma en el partido con una falta en la frontal que provocó él mismo. Una vez más, las dudas vuelven a Anccelotti y esta vez con mucha fuerza por culpa de la exhibición de sus secundarios en la mejor noche de la temporada.