La Familia Real española, al igual que sus ciudadanos, se encuentran pasando la cuarentena contra el coronavirus en sus casas; concretamente en la Zarzuela.
Los Reyes se encuentran teletrabajando desde sus respectivos despachos, mientras que las más pequeñas de la casa continúan sus estudios de forma online.
También los Reyes eméritos, don Juan Carlos y Doña Sofía, se encuentran pasando la cuarentena obligatoria en la residencia real, pero bien separados: no solo por su distanciamiento, cada vez más evidente, como pareja, sino que el rey emérito es una persona de riesgo ante el coronavirus, por lo que prefiere mantenerse alejado del resto de sus familiares.
Eso sí, la Reina Sofía no está sola: su hermana menor, la princesa Irene de Grecia, se encuentra en la residencia madrileña, haciéndose compañía mútua.
La gran preocupación de la Reina Sofía
Pese a que la presencia de su hermana Irene ha suavizado la dura cuarentena para la monarca emérita, lo cierto es que el encierro tiene muy preocupada a la Reina Sofía.
Y no por la brutal expansión del coronavirus, sino por el estado de salud de uno de los seres más queridos para la madre del actual Rey de España. (El coronavirus golpea de lleno a Cristina Pedroche)
Se trata de su hermano, el Rey Constantino.
Y es que su hermano menor, de 79 años de edad, ha sufrido por su salud en varias ocasiones; una de las más graves, el ictus que le dejó postrado en una silla de ruedas.
Ahora, con el coronavirus rondando, el Rey Constantino se encuentra completamente aislado en su casa en el Peloponeso, a más de 3.000 kilómetros de distancia de su hermana mayor.