Las fases del desconfinamiento en España se han convertido en un quebradero de cabeza para más de uno.
No sólo los ciudadanos tienen dudas respecto a lo que está permitido y lo que no en cada una de las fases, sino que las empresas también están haciendo números para comprobar si las aperturas y las condiciones impuestas por el Ejecutivo son rentables.
Y es que, para muchos empresarios, las medidas del Gobierno imposibilitan la vuelta a la actividad de muchas empresas, manteniendo así la brutal caída del comercio del país de estos dos últimos meses.
De hecho, las reuniones que se han celebrado entre representantes del Ejecutivo socialista y las empresas cada vez son más tensas debido a esta desescalada, ya que los responsables de las compañías creen que las medidas del Ejecutivo son improvisadas, sin un itinerario concreto, y sin tener en cuenta las peticiones de los afectados.
Gran peso están teniendo las empresas del sector turístico y de la hostelería en las críticas a Sánchez, llegando a preguntarse alguno de los máximos responsables de este sector si el Consejo de Ministros cree ciertamente que la gente pagará por estar confinada en un hotel.
A través del CEOE, las empresas están intentando que el Gobierno adopte medidas que faciliten la reactivación económica; sin embargo, sus peticiones aún no han recibido respuesta, esperando el Ejecutivo a sus futuras reuniones en Bruselas y a la concesión de ayudas económicas por parte de la UE.
El caso Inditex lidera las críticas
Al frente de las críticas de la mala gestión económica que está realizando el socialista se encuentra Amancio Ortega, creador de Inditex.
Y es que, según informan fuentes de la propia compañía, la Moncloa informó extroficialmente a Amancio Ortega que podría abrir sus tiendas, con cita previa y medidas de seguridad, a partir de la implantación de la fase 0 de la desescalada, el pasado 4 de mayo.
Inditex comenzó entonces a preparar su reapertura, con contactos con sus proveedores y transportes. Sin embargo, el día 2, con la publicación del BOE, conocía que no podría abrir, ya que gran parte de sus tiendas superan los 400 metros cuadrados.
Una traición que empeoró tras el contacto de Inditex con Moncloa, proponiendo abrir sólo el espacio permitido por el BOE en sus tiendas más grandes. La propuesta fue rechazada de inmediato, liderando entonces Inditex la queja de las empresas contra el Gobierno. (Telefónica pasa por encima y se come British Telecom en el Reino Unido)
No hay que olvidar que Ortega ha sido uno de los grandes colaboradores solidarios en esta pandemia, utilizando sus vías de China para importar material sanitario, fabricando material en sus fábricas, y donando material por más de 60 millones de euros, mientras que mantiene todos los salarios de sus empleados intactos, sin haber realizado un ERTE en estos dos meses de parón comercial.