Kahura y Paige, dos perretes muy familiares, estaban disfrutando de estar solos en casa durante unas horas en Los Álamos, Nuevo México.
Como buenas mascotas, comenzaron a hacer todo aquello que no siempre pueden cuando sus humanos andan cerca: subirse a los sillones, olfatear con tranquilidad el salón...
Lo que nadie se podía esperar es que las aventuras domésticas de estos dos perretes pronto se convertirían en un infierno del que es difícil salir vivo.
Los bomberos llegaron a tiempo
Kahura, de nueve meses, decidió saltar sobre la tabla de planchar, que contenía muchos objetos que podrían resultar divertidos a los perretes.
Así lo grababa una cámara de seguridad de la casa, con la que también se observó que, debido a un golpe de mala suerte, la tabla se desestabilizó y cayó al suelo... al lado de una rejilla de calefacción.
Los objetos comenzaron a derretirse sobre la rejilla, filtrándose en ella y alimentando el fuego que se produciría pocos momentos después.
Por suerte para los dos traviesos perretes, los bomberos llegaron a tiempo, y pudieron salvar la casa, y a los cuadrípedos habitantes, de las llamas.