Más de una vez nuestros perros hacen gestos que se parecen (mucho) a los humanos. Cuando abren su boca para sacar la lengua, sus comisuras suben e imitan la sonrisa. Pero, ¿en verdad están sonriendo?
Para responder a ello, una publicación de El Confidencial se remonta a una historia de más de 30.000 años, cuando comenzamos a domesticarlos.
Según este artículo, fue gracias a ello que el vínculo entre animal y humano es muy especial, tanto que los perros se han convertido en objeto de varios estudios, para entender la comunicación entre ambas especies.
¿Se comunican con nosotros?
Estos estudios han demostrado, por ejemplo, que los perros son los únicos que mantienen contacto visual con nosotros. Por ejemplo, un estudio publicado en 'Current Biology', probó cómo los lobos y los perros responden de manera diferente a la tarea de abrir un recipiente en donde hay carne: mientras que los lobos se alejaron al comprobar que no podían abrirlo, los perros se dirigían a los humanos una mirada larga, como buscando ayuda de la persona.
De esta manera, se pudo comprobar claramente que el contacto visual les sirve como un mecanismo de comunicación con los humanos. Otro estudio publicado en 'Science' señaló que tanto perros como humanos experimentan un aumento en los niveles de oxitocina cuando se cruzan las miradas.
Sin embargo, en la publicación se afirma que los humanos tendemos a antropomorfizar los gestos de nuestras mascotas, por lo que muchas veces interpretamos de una mirada errada sus caras. (El truco infalible para que tu perro haga pipí donde debe)
No son más que animales, pero son nuestros 'mejores amigos'
De esta manera, lo que nosotros interpretamos como una sonrisa en verdad puede ser producto de este tipo de tendencia, de imprimir rasgos humanos en nuestros animales. (La tierna historia de Lola, la perrita abandonada que tenía el corazón 'roto')
Sin embargo, el hecho de que el contacto visual sea un elemento esencial, que explica tanto la comunicación que existe entre una mascota y su dueño como también la fuerza de ese vínculo, puede también ayudar a explicar por qué interpretamos ese tipo de gestos como una forma de transmitirnos alegría o felicidad.
Por último, si bien se aclara que existe poca investigación objetiva para sugerir que los perros realmente sonríen, sí que existe un estudio publicado en 'Scientific Reports' donde se afirma que los perros suelen tener este tipo de boca, abierta y relajada, cuando se encuentran en entornos seguros y positivos.