La prostitución en España es cada vez más preocupante: menores acuden al sexo de pago

El descenso en la edad media de los clientes que solicitan estos servicios preocupan a las autoridades

27 de Marzo de 2022
La prostitución en España es cada vez más preocupante: menores acuden al sexo de pago
La prostitución en España es cada vez más preocupante: menores acuden al sexo de pago

Los constantes operativos que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado hacen para luchar contra la lacra de la prostitución parecen no acabar nunca. La gravedad de una situación endémica en nuestro país y difícil de erradicar por una amplia variedad de factores como la falta de regulación legal y de un mayor control sobre las actividades relacionadas, así como una extensa capacidad operativa de los lugares en las que este tipo de actos se cometen con prácticamente total impunidad. 

Preocupante descenso en la edad de clientes y de las chicas obligadas

Los últimos estudios sobre estas prácticas han determinado un hecho desgarrador: la edad media de los clientes que solicitan este tipo de servicios se ha reducido drásticamente, alcanzando cifras alarmantes y que exigen un plan de acción contra estas prácticas de manera inmediata. Múltiples estudios de dfierentes instituciones académicas, estadísticas y policiales a lo largo y ancho de todo el planeta han determinado que la reducción de la edad media de los clientes que recurren al sexo de pago ha caído hasta, aproximadamente, los catorce años. 

Algunas de las razones que podrían explicar este comportamiento y la caída en la edad media de los clientes podría ser la falta de una política de educación sexual uniforme y férrea establecida en las escuelas y centros educativos españoles. Esta falta de una educación sexual eficaz también ha desembocado en el aumento de la propagación de enfermedades de transmisión sexual y la reducción de la edad media a la que se tiene la primera relación sexual, situada hoy por hoy en los quince años. 

El reclutamiento de menores de edad para acudir a estos lugares tan poco acordes a su edad se debe también, sostienen estudios como los realizados por instituciones como la ONU o la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP), a la nociva influencia de la pornografía en la población española más joven.

Interferencias de otros factores nocivos

No solo la APRAMP ha puesto el foco en este tipo de contenido audiovisual. Los sociólogos noruegos Prieur y Taskdal argumentan que quienes recurren a este tipo de servicios, especialmente la población joven, "contemplan el sexo como otra forma de consumo, una especie de Mc-sex sin mayor contenido. Su visión de la sexualidad está dominada por la pornografía y la violencia". Es precisamente la violencia lo que legitima y da continuidad a un negocio tan perjudicial como rentable. La Policía analiza continuamente operaciones como la desarticulada recientemente: a pesar de que las víctimas de la red de trata de blancas eran mayores de edad, los investigadores han podido averiguar que algunos de sus clientes eran menores de catorce años o tenían dicha edad. Esta conclusión ha alarmado a los agentes, quienes aseguran que esta tendencia está en aumento y que debe ser detenida a toda costa.

Los estudios de instituciones españolas como el INE no tienen en cuenta a los clientes de este tipo de servicios con una edad menor a los 18 años, mantieniendo asimismo unas referencias temporales anticuadas y muy alejadas en el tiempo de la situación actual, moldeada por la inestabilidad socioeconómica que ha generado la pandemia de COVID-19 en la población de nuestro país. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado continúan combatiendo contra delitos asociados a la prostitución, como la trata de blancas y el secuestro de personas. Sin embargo, también desean poner el foco en los clientes, cuya edad empieza a reducirse peligrosamente: "Nos estamos imaginando al señor de corbata de cincuenta o sesenta años, pero la realidad es mucho más joven, estamos hablando de una media de edad de 19 o 20 años". 

Este testimonio recogido por Europa Press concuerda perfectamente con la realidad actual, aunque las palabras de José Nieto, inspector jefe del Centro de Inteligencia de Análisis de Riesgo de la Policía Nacional, fueran pronunciadas hace ya siete años.