Cristina Pujol, la novia de Kiko Matamoros tan huidiza de la prensa del corazón, ya no huye de los focos. De hecho, se ha convertido en personaje al posar con el colaborador de Sálvame para la portada de la revista Lecturas. (Los famosos con los que se ha enrollado la nueva novia de Kiko Matamoros).
Dos semanas ha tardado la pareja de Kiko en ocupar una portada concediendo una entrevista a Lecturas en la que cuenta, junto a Matamoros, los detalles de su relación. Con alguna bomba incluida, como que no descarta ser madre junto al polémico empleado de Mediaset. ¡Increíble pero cierto!
La novia de Kiko Matamoros afirma que le han obligado a hablar
Según Cristina Pujol, no entraba en sus planes entrar en el mundo del famoseo, pero considera que tiene que “defenderse de todo lo que está pasando” y que todo lo que se ha dicho en los platós sobre ella ha hecho que se sienta “forzada a hablar”. Entre otras cosas, las palabras de uno de sus hijos en televisión: “La familia del padre de mi hijo piensa que solo me quiero yo, que soy mala”, cuenta. (Kiko Matamoros: "Entendería que mi novia saliera corriendo").
La novia de Kiko Matamoros explica que se conocieron en una cena con amigos durante una visita a la capital de España un fin de semana: “Vine con mis amigas a Madrid un fin de semana, fuimos a una cena en casa de unos amigos y él estaba allí”, cuenta. La química fue brutal enseguida: “Físicamente me encanta, me pone. Nos gustamos, pero con respeto. Me pidió el teléfono y luego nos íbamos saludando por WhatsApp. Todo poquito a poco”, desvela.
Sin embargo, no era la primera vez que coincidía con Matamoros. Ya anteriormente se lo encontró en cierta ocasión en un AVE y se sorprendió por su planta: “Lo vi en el AVE y me hizo mover el cuello. Vi a un hombre grande, le conté a mi madre: ¡No veas cómo está el Matamoros para la edad que tiene!”, afirma.
La novia de Kiko Matamoros niega haber sido prostituta
Finalmente, Cristina deja claro que jamás se ha dedicado a la prostitución, tal y como se ha insinuado. Se dedicó a hacer striptease, pero nunca vendió su cuerpo: “Estaba sola en Valencia. Entre semana trabajaba en la recepción de un gimnasio con un sueldo muy pequeño, prácticamente solo me daba para pagar el piso, y como me veía joven y bonita iba a bailar. En aquellos tiempos el striptease era un baile sensual en el que, como mucho, podías quedarte en lencería”, concluye. (La nueva novia de Kiko Matamoros lanza una salvaje confesión: "He hecho shows de striptease").