Donald Trump todavía es noticia mucho tiempo un año después de su paso por la Casa Blanca. El expresidente de Estados Unidos está sometido a una fuerte presión por las incesantes demandas que tiene en su contra, algunas de ellas relacionadas con el acontecimiento del 6 de enero de 2021: el asalto al Capitolio de Washington D.C.
Después de las investigaciones realizadas por el FBI y las autoridades policiales, se llegó a la conclusión de que Donald Trump había instigado aquellos disturbios que acabaron con el fallecimiento de varias personas y ofrecieron una imagen bochornosa de Estados Unidos al mundo entero. Debido a estas conclusiones, muchos se han lanzado a demandar al expresidente y solicitar que se haga justicia.
Uno de los organismos más beligerantes contra Trump es la Policía del Capitolio. Este cuerpo de seguridad, encargado de salvaguardar el Congreso de Estados Unidos, fue arrollado y superado en número por parte de los manifestantes, que finalmente lograron invadir el complejo y reducir a muchos de sus agentes. La Policía del Capitolio ha interpuesto hasta tres demandas contra el expresidente por los daños físicos y morales que muchos de los agentes sufrieron a raíz del asalto, señalando que se podría acusar al presidente como instigador de un delito de odio. Este tipo de crímenes están severamente castigados por el ordenamiento penal estadounidense.
Dado que Donald Trump ha sido identificado por muchas agencias de seguridad, incluyendo al FBI, como el instigador del asalto al Capitolio, casi todas las demandas relacionadas con el suceso le tienen como objetivo. Este es el caso de la Policía Metropolitana de Washington D.C., otra de las fuerzas de seguridad que se vio obligada a movilizarse contra los asaltantes y manifestantes que rodeaban el Congreso de Estados Unidos.
Dos agentes de la Policía Metropolitana han demandado a Trump para solicitar la reparación de los daños físicos provocados por las "acciones, 'tweets' y comentarios hechos por Trump antes, durante y después de la insurrección" que tuvo lugar en el Capitolio el 6 de enero de 2021. Estas demandas reciben el apoyo directo del fiscal general del distrito, que señala al expresidente: "Creo que la cosa está clara. Donald Trump fue el cabecilla".
El Departamento de Justicia de Washington D.C. va más allá y argumenta que la actuación de Trump provocó un intento de insurrección armada que estuvo acompañado de presiones internas a varios políticos que formaban parte de su gabinete y de intentos por incautar las máquinas de votación. De esa forma, Trump trató de anular los resultados de las elecciones que daban como ganador a Joe Biden.
El ministerio fiscal estadounidense ha acentuado su búsqueda de testigos en una carrera para reunir las pruebas suficientes contra Donald Trump y establecer una estrategia legal para poder demandar con garantías de éxito al expresidente de Estados Unidos. Trump acumula en su registro cientos de comportamientos delictivos, como intentar adulterar el resultado de los comicios, permitir al asalto armado al Capitolio, montar "campañas de presión para anular la elección" y atacar a un agente secreto cuando se le negó poder encabezar el asalto al Capitolio.