La policía francesa empieza a desalojar (sin contemplaciones) a los manifestantes que cortan la frontera

Alrededor de 3.000 personas han pasado la noche en La Jonquera soportando bajas temperaturas y provocando atascos de más de 20 kilómetros entre los ciudadanos que pretendían cruzar la frontera.

12 de Noviembre de 2019
La policía francesa empieza a desalojar (sin contemplaciones) a los manifestantes que cortan la frontera
La policía francesa empieza a desalojar (sin contemplaciones) a los manifestantes que cortan la frontera

Agentes de la Police Nationale y de la Gendarmerie de Francia han empezado a tomar medidas contra los manifestantes de Tsunami Democràtic que mantienen el bloqueo en la AP-7 en la frontera con Francia entre La Jonquera (Girona) y la localidad francesa de Le Perthus. A primera hora de la mañana de hoy se habían iniciado las tareas de desalojo.

Los policías y gendarmes franceses han avisado primero a los manifestantes, que esperaban sentados en la carretera, que iban a iniciar su desalojo de la vía. Y así ha ocurrido a partir de las ocho de la mañana mientras los manifestantres se agarraban entre ellos para no perder la posición.

Durante la actuación se ha lanzado gas lacrimógeno a los manifestantes, algunos de los cuales han marchado corriendo de la zona por su efecto. (La gamberrada de Tsunami da resultado: ¡¡18 kilómetros de cola en La Jonquera para cruzar a Francia!!)

"¡¡No pasarán!! ¡¡Somos gente de paz!!"

A la policía francesa se le ha acabado la paciencia con los jueguecitos del Tsunami Democrátic separatista y no está dispuesta a consentir que sus travesuras desemboquen en más perjuicios para los ciudadanos y la economía francesa. Y después de un día contemplativo, los agentes franceses van a intervenir para acabar con el corte de la autopista en la frontera de La Jonquera. (Estos son los planes del Tsunami para desestabilizar España tras las elecciones)

A primera hora de la mañana gendarmes y policías franceses han empezado ya su tarea de desalojar en el kilómetro cero de Le Pertús a decenas de personas que estaban allí sentadas y alterando el orden público que pasa por la normal circulación de los vehículos por el paso fronterizo de La Jonquera.

Ha habido golpes y empujones a los manifestantes para sacarlos de sus posiciones y despejar la zona. Mientras eso ocurre en territorio francés, en la parte española, perfectamente coordinados, están los BRIMO de los Mossos d´ Esquadra, que responden a la necesidad de desalojar a unos manifestantes que están causando graves daños a la economía catalana y española provocando colas de más de 20 kilómetros para pasar la frontera a particulares y transportistas. (¡¡Tsunami anuncia que toma el clásico!!)

"¡No pasarán!" y "¡Somos gente de paz!" Son las cancioncillas más repetidas en las últimas horas mientras la indignación crece entre las "víctimas" que, obviamente, no comparten con los activistas del Tsunami las motivaciones que les han llevado a cortar la carretera,

Antes de las ocho de la mañana la policía francesa ya estaba arrancando de su posición, uno a uno, a los activistas que estaban entorpeciendo la libre circulación de vehículos en su particular interpretación de lo que es la libertad de movimiento que asiste a los ciudadanos.

Son alrededor de tres mil personas las que han pasado la noche al raso con temperaturas que han estado cerca del bajo cero y pendiendo sobre ellos la seria amenaza de desalojo contundente anunciada por la gendarmería francesa.

La Guardia Civil envía 13 pelotones

Por su parte, el Ministerio del Interior ha enviado 13 pelotones de unidades del GRS, unos 150 agentes, el cuerpo de antidisturbios de élite de la Guardia Civil para acabar con el corte en la autopista, sumándose así al centenar de agentes del CRS francés, los antidisturbios de la Gendarmerie, que ya operan en la zona.

La colaboración entre ambas fuerzas de seguridad pretende acabar con la situación de caos generada por manifestantes separatistas que han acampado en la autopistas en un escenario presidido por lazos amarillos, altavoces y luces, que ha servido para organizar conciertos musicales, entre ellos el de Lluis Llach, vecino de la zona y fiel colaborador de Puigdemont.

También han instalado cocinas y comedores para cuidar la intendencia y resistir los tres días programadados para colapsar el tráfico de la zona, algo que ya ha afectado a 20.000 camioneros y que según las primeras estimaciones ha generado unas pérdidas económicas de 15 millones de euros. Esa es, de momento, la factura que hay que agradecer al Tsunami Democrático. Lo de democrático es un decir. 

Los ministros del Interior de los dos países afectados, Fernando Grande-Marlaska y Christophe Castaner mantienen un contacto permanente para coordinar las acciones de sus respectivos agentes.