Esta semana se ha producido una de las detenciones más bizarras de los últimos tiempos en Cataluña. Un fugitivo polaco ha sido arrestado por amor en el aeropuerto de Reus. Cataluña es una de las regiones que más gusta a los delincuentes europeos debido a sus excelentes condiciones para pasar desapercibido y las oportunidades para escapar a otros lugares del mundo.
Sin embargo, los planes del fugitivo detenido no han salido como él esperaba. El hombre, natural de Polonia, había escapado de su país de origen evadiendo una orden de busca y captura, incluyendo hasta tres avisos de extradición emitidos por las autoridades internacionales. Al detenido se le imputan una amplia gama de delitos cometidos con "extrema violencia" y el uso de sistemas avanzados de seguridad para evitar ser localizado por la Policía.
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Sin embargo, las autoridades españolas habían conseguido encontrar su ubicación. Después de monitorizar sus movimientos, esperaron a la oportunidad perfecta: su viaje al aeropuerto. Sin embargo, no contaban con que el fugitivo no intentaría huir: este delincuente acudió al aeropuerto de Reus para acompañar a su pareja. En ese momento de guardia baja, la Policía le detuvo haciendo uso de un fuerte dispositivo de seguridad.
El detenido sabía cubrir sus rastros bastante bien. Cuando fue procesado y encerrado en el calabozo, entre sus pertenencias se encontraba documentación falsa con el nombre de otra persona. También "opuso gran resistencia" en el momento de la detención. Polonia lo reclama por varios asaltos violentos, pero para proceder a su extradición primero tendría que ser procesado por la Audiencia Nacional, la única institución judicial española que puede autorizar el traslado de este criminal.
Cataluña es uno de los focos más importantes para la delincuencia europea. El Grupo de Fugitivos de la Policía Nacional baraja cifras que escandalizan al resto del país y de la Unión Europea. En esta región se dan varias condiciones que el jefe del Grupo de Fugitivos considera que son fundamentales para que esta ubicación sea conocida como "cuna y escondite de fugitivos de todo el mundo".
La primera de ellas es "el sol y la playa". Estas atracciones turísticas ofrecen una cobertura excelente para los fugitivos extranjeros, puesto que pueden pasar más desapercibidos debido al ajetreo de los turistas, que atraen todas las miradas de la Policía para intentar frenar delitos que se producen diariamente, como el carterismo.
Además, estos fugitivos internacionales pueden "pasar más desapercibidos si hay comunidades de extranjeros instaladas" en la región. La alta conectividad de transporte en Cataluña permite que los delincuentes y fugados puedan desplazarse por tierra, mar y aire a cualquier otra parte del mundo sin ser detectados, también debido a la ingente cantidad de pasajeros que registran aeropuertos como el de El Prat o el de Reus.
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La concentración de fugitivos provoca que la delincuencia aumente en ciudades como Barcelona, definida por el responsable del Grupo de Fugitivos como uno de los destinos favoritos de los delincuentes europea. Este condecorado policía señala que los criminales importan el estilo de vida que tenían en sus países de origen, lo que provoca una escalada en los índices de violencia y criminalidad que se refleja todos los días en las calles.