El Departamento de Estado de EEUU levantó la liebre aconsejando a los ciudadanos norteamericanos máxima precaución para el día de Navidad si se encuentran en Barcelona ante la posibilidad factible de un nuevo atentado en la ciudad condal. La Policía española se ha movilizado y ya ha iniciado el rastreo para capturar al terrorista que planeaba una Navidad sangrienta otra vez en la zona de Las Ramblas. (Alerta terrorista en Navidad: Así nos protegerá el Gobierno estas fiestas)
Se busca a Brahim L., un ciudadano marroquí de Casablanca
Las autoridades norteamericanas aconsejaban a sus compatriotas evitar la zona de Las Ramblas ante la evidencia de que algo se estaba tramando en la ciudad condal. Según informa El Periódico las pistas de la Policía apuntan a un ciudadano marroquí, de Casablanca, que responde a Brahim L., que habría planeado la repetición de otro atropello en Las Ramblas con un autocar o vehículo similar.
"Extremen la precaución alrededor de las áreas con movimiento de vehículos, incluidos autobuses, en el área de La Rambla de Barcelona durante las Navidades y el Año Nuevo. Los terroristas pueden atacar sin apenas aviso, o sin aviso, teniendo como objetivos localizaciones turísticas, centros de transporte y otras zonas públicas". Es el mensaje de la administración norteamericana a sus conciudadanos que se encuentren en Barcelona, aconsejando "mantenerse en estado de alerta en espacios públicos -como iglesias, atracciones turísticas, escuelas, hospitales y transporte tanto público como privado". (La Policía Nacional detiene en Mataró a un peligroso terrorista de Daesh)
Según la misma fuente, el atentado estaría previsto para el día de Navidad. La policía catalana se ha tomado muy en serio las sospechas que recaen sobre este ciudadano mnarroquí y sus intenciones, aunque le concede una "credibilidad media a esta información",
El terrorista tiene permiso para conducir autobuses
Ahora mismo las autoridades españolas mantienen la alerta terrorista en un nivel 4 sobre 5, extremando las medidas de seguridad que se iniciaron tras el atentado del pasado 17 de agosto colocando bolardos en los accesos a la acera peatonal de Las Ramblas barcelonesas. Fuentes próximas a la investigación señalan a la Sagrada Familia como punto de alto riesgo, por lo que se han extremado en la zona las medidas de seguridad. (El nuevo imán de Ripoll enciende las alarmas: "Los terroristas de las Ramblas irán al paraíso")
La policía dispone de detalles sobre el posible ejecutor del atentado y sabe que dispone de "todos los permisos de conducir". Es decir, que podría conducir desde una moto a un autobús o autocar, por lo que este tipo de vehículos están siendo objeto en las últimas horas de férreos controles de seguridad.
La policía quiere evitar que se genere una sensación de alarma social, aunque ya se ha puesto en marcha la movilización de los agentes para extremar las medidas de seguridad en puntos clave de la ciudad que generan concentración de ciudadanos y también en las comisarías.
El Grupo Especial de Intervención de los Mossos (GEI), que es la unidad de elite de la policía catalana, está presta a intervenir por si se requieren sus servicios