La pifia mayúscula de Sánchez: engañó a todos con tal de seguir en política

El presidente del Gobierno comienza a revelar cada más facetas y fachadas de su llegada al poder

20 de Julio de 2022
La pifia mayúscula de Sánchez: engañó a todos con tal de seguir en política
La pifia mayúscula de Sánchez: engañó a todos con tal de seguir en política

Las maneras y malas artes de Pedro Sánchez no son una novedad para nadie. Todos los españoles lo reconocen ya como el peor presidente de nuestra democracia moderna, y el líder socialista parece asumir ese papel a la perfección, agarrándose desesperadamente a sus socios de Gobierno comunistas e independentistas con el objetivo de seguir mandando sobre un país que lo quiere fuera de La Moncloa. 

El final de la legislatura acabará con las trampas y triquiñuelas de un Sánchez que no ha tenido límites con el objetivo de seguir gobernando, un objetivo que ha buscado mantener a toda costa: la última de sus perlas, revelada por el propio Gobierno, ha significado un auténtico terremoto en nuestro país que ha levantado una brutal oleada de indignación política por parte de quienes defienden la unidad de España.

El Gobierno de Sánchez, en un documento clasificado redactado y firmado por el ministro de Justicia en aquellos momentos, Juan Carlos Campo, señalaba su intención de indultar a los presos separatistas por puro "interés" político, con el objetivo de mantener contentos a sus socios independentistas de Gobierno de Esquerra Republicana y no cabrear a la contraparte comunista que también había llevado a Sánchez hasta La Moncloa.

El propio Juan Carlos Campo reconoce, en el fatídico documento, que no existe "equidad" ni "justicia" para este magnánimo perdón concedido por el Ejecutivo de Sánchez, sino que se trata, más bien, de una medida cosmética empleada para aumentar el tiempo de Sánchez al frente del país, argumentando con perversidad que estos injustos indultos se tramitan por "el bien común de la nación" y su "utilidad pública"; cuando en realidad se busca contentar a los socios independentistas del malintencionado gobierno encabezado por el líder del PSOE.

El ministro de Justicia por aquel entonces señala que este proceso de excarcelación temporal ofrecido por el Gobierno necesita de un elemento imprescindible para que sea concedido: el arrepentimiento o el perdón. Es decir, se necesita observar en el condenado o futuro indultado una clara voluntad de rechazo del mal que ha provocado a ojos de la ley española. Sin embargo, el exministro de Justicia de Sánchez señala que ninguna de estas dos condiciones se cumplen en los presos independentistas, que no cejarán en su empeño de desestabilizar y romper España aunque hayan sido puestos en libertad con la premisa de que no vuelvan a hacerlo.

Además, este volantazo se produjo en pleno proceso de espionaje de la cúpula independentista en Cataluña gracias al programa de espionaje Pegasus, que logró llegar hasta el teléfono personal del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. El líder de Esquerra Republicana fue una de las personalidades políticas más vigiladas por el Ejecutivo de Sánchez, que no duda en hacer uso de todos los trucos que tiene a su disposición con tal de seguir agarrándose al poder sin importar lo sucios o peligrosos que puedan ser para su integridad o el bienestar del país al que supuestamente dicen gobernar.

El fracaso en su contención de las renovadas ansias independentistas de unos ideólogos que vuelven a las calles a través de unas propuestas de diálogo vacías y la irrupción del caso Pegasus han provocado que Sánchez deba conceder más prerrogativas a sus socios de Gobierno más virulentos y dejar manga ancha a los independentistas, casi entregándoles las llaves del país y permitiendo que sobrepasen su autoridad dentro del Gobierno, pasando de ser macabros socios de Ejecutivo a quedar el propio Sánchez como una marioneta de sus malévolas intenciones y con Podemos totalmente desquiciado y celoso por la falta de atención y poca obediencia que un líder roto e impopular les presta.