El Rey emérito está en boca de todos. Sus escándalos con Corinna zu Sein Witgenstein le han puesto en el punto de mira.
Tan grave es el asunto que hay quien cree que es inminente que pierda el título de rey emérito. (El PSOE agro se rebela contra Juan Carlos I)
Según Corinna, Felipe VI habría recibido un Ferrari como regalo del príncipe de Abu Dhabi.
— Luis Gonzalo Segura (@luisgonzaloseg) July 22, 2020
Un Ferrari, beneficiario de una cuenta con 100 millones de dólares en comisiones ilegales...
Dadle cuarenta años de inviolabilidad jurídica y se convertirá en un Juan Carlos.
En cualquier caso está más que claro que don Juan Carlos y su amiga entrañable han hecho las cosas muy pero que muy mal.
Sin embargo, poco se habla del papel que ha tenido e incluso tiene la Reina Sofía. Pilar Eyre asegura que la monarca ha ido vengándose poco a poco de su marido y de cada una de sus amantes. La más conocida, Corinna.
Las venganzas de Doña Sofía
Parece que la Reina se ha mostrado ajena a todo, sin embargo, el dolor y el sufrimiento lo ha llevado siempre por dentro.
Poco hay de esas sonrisas que desprende cuando ambos posan de cara al público. Quienes la conocen bien aseguran que siente "la indiferencia más absoluta. Esa sonrisa que exhibe en las fotos junto a él se apaga cuando se quedan solos y se va cada uno por su lado".
Nadie habla de Doña Sofía. El marido haciendo de las suyas con su amiguita durante años, como buen católico, y dejando a su mujer a la altura del betún. Menudo espejo en el que reflejarse.
— Roberto Sotomayor (@SuperRoStar) July 16, 2020
La hipocresía de quienes se permiten el lujo de darnos lecciones de moral y ética.
Que saliera a la luz la historia entre don Juan Carlos y Corinna "la hirió profundamente. Tanto, que, según se dice, maniobró para que el hijo de Corinna no fuera admitido en un buen colegio en Inglaterra y que las familias aristócratas inglesas le hicieran el vacío". (¡Los reyes Felipe y Leticia disfrutan de uno de sus planes favoritos de los sábados por la noche!)
El joven finalmente "tuvo que ir al final a un prestigioso internado suizo".
"Pequeñas venganzas, sutiles alfilerazos que, desde su posición, ha podido propinar a las amantes de su marido", señala Eyre.
El exjefe de Casa Real se sincera con la periodista y escritora y recuerda que "La reina no sabía si eran varias amantes o solo una, pero muy paseada”. Preguntaba: “¿Es Bárbara?”. Y sabía leer en la expresión del jefe de la Casa como en un libro abierto. “¡Siempre acertaba!”. ¿Es la legendaria perspicacia de los celosos, que casi siempre dan en el clavo?".
Doña Sofía nunca se ha quedado quieta y ha sabido muy bien cómo poner contra las cuerdas a las amantes de su marido.
"A dos damas catalanas no las invitó nunca a las recepciones en el Palacete Albéniz, aunque ambas poseían título. A otra señora de la nobleza alemana la humilló de todas las formas posibles, negándole incluso un amarre en el Club Náutico de Palma. A Marta Gayá intentó que la sociedad mallorquina la marginase, pero ahí se impuso el rey y los deseos de Sofía no se cumplieron", cuenta. (Encierran a un miembro de la realeza europea en un centro psiquiátrico completamente pirado)
Sin embargo, poco o nada se ha hablado sobre las relaciones de la Reina. En cualquier caso, Eyre asegura que "todos, rumores infundados que me han sido desmentidos por las propias personas o por las circunstancias".