Las primeras citas siempre son complicadas y muchas veces no salen como uno espera. Sin embargo, son pocas las ocasiones en las que la persona con la que quedas para intentar 'conectar' de una forma especial se marcha amenazando con secuestrar al perro y con explotar la vivienda.
Es lo que le ha sucedido a una mujer británica, la identidad de la cual no ha trascendido, que ha tenido que empezar una batalla judicial contra un hombre con quien había mantenido una primera cita fallida que terminó de una forma totalmente inesperada, con amenazas que sobrepasaron todos los límites.
Después del primer encuentro, la mujer dio calabazas al hombre. Este, lejos de aceptarlas, empezó a enviar mensajes amenazadores y aterradores a la mujer, que ha acudido a los tribunales después de que el varón le amenazara con explotar la casa en la que vive con su perro, al que pretende secuestrar.
La pareja de británicos se había conocido a través de la popular página web de citas MeetMe y, después de unos meses enviándose mensajes y chateando, decidieron verse para dar un paso más en su relación y saber si había 'feeling' entre los dos para seguir avanzando a lo que podría ser un romance.
La mujer viajó desde Staffordshire hasta Gales, una distancia de unos 160 kilómetros aproximadamente, para el primer encuentro cara a cara con el hombre. Allí mantuvieron la primera cita, que no terminó de convencer a la mujer. Desde el primer momento, ella vio cosas que no le gustaron.
Por esa razón, cuando se acabó la cita, le comunicó al hombre que no quería que se volvieran a hablar más ni que siguieran chateando ya que no había posibilidad de empezar una relación sentimental. En aquel preciso momento, empezó un auténtico calvario para ella, que no se esperaba esa reacción.
La mujer empezó a recibir múltiples mensajes en su teléfono, cuyo contenido siempre eran amenazas, hecho que causaba un gran terror a la víctima. El hombre, llamado Gregory Gair, no dejaba empaz a la chica a la que había estado intentando conquistar durante meses por la citada aplicación.
Advertía a la mujer que "durmiera con un ojo abierto", y la amenazaba continuamente con secuestrar a su perro, así como con poner una bombona de gasolina en su casa y prenderle fuego. El medio de comunicación The Sun ha compartido con sus lectores algunos de estos mensajes.
"Verteremos gasolina a tu casa, lo encenizamos y la incendiaremos", "te pondré una bombona de gasolina" o "¡despierta, despierta! ¿Puedes oler la gasolina? Tu casa explotará y espero que tú te quemes con ella", fueron algunos de los mensajes que recibió la mujer de parte de Gregory Gair.
Se cansó del acoso
La mujer, cansada del acoso que sufría día tras día y con el miedo en el cuerpo de que pudiese cumplir con sus amenazas, decidió llevar el caso a los tribunales británicos. Las amenazas eran tantas y tan graves que el mismo abogado del acusado calificó el delito de "atroz".
El letrado de Gregory intentó rebajar la condena alegando que su cliente había hecho las amenazas "a mucha distancia" de la víctima. Después de una larga lucha judicial, el juez ha sentenciado al hombre a cumplir una condena de nueve meses de prisión, y una orden de alejamiento de la víctima.
Gair se declaró culpable de acoso, cosa que el juez ha considerado un atenuante para su condena. Desde ahora no se podrá acercar a la mujer, que únicamente le dio calabazas tras conocerle en persona. Eso sí, el hombre no se tomó nada bien la negativa de la persona con la que había estado chateando.