Carles Puigdemont intenta, una vez más, darle la vuelta a la tortilla a la Justicia para conseguir sus objetivos.
El fugado catalán ha abierto alegaciones contra el Tribunal Supremo, después de que la sala informara de su intención de multar al expresidente catalán por mala fe en algunos de los recursos que ha presentado contra las decisiones de la Junta Electoral Central.
Según Puigdemont, esta decisión del Supremo "pretende sancionar a esta parte por reclamar la efectividad de sus derechos derivados de la Unión Europea".
En el documento enviado por el golpista, al que ha tenido acceso El Confidencial, se afirma que el poder legislativo tiene un papel esencial en la eleccion de los vocales del Consejo General del Poder Judicial, y éstos a su vez, en el nombramiento de los jueces.(El Supremo endereza al separatismo: ¡¡No habrá más DUIS!!)
"Este papel del poder legislativo en la elección, así como el de éste en la selección de los magistrados plantea legítimamente razones objetivas para dudar sobre la independencia e imparcialidad de esta sala"- se puede leer en el documento.
"Un verdadero abuso de poder"
Según Puigdemont, la pretensión del Tribunal Supremo de multarle es "un verdadero abuso de poder", con el fin último de "construir una causa para sancionar a esta representación".
Así, con palabrería, pretende el independentista fugado defenderse de la Justicia española y comenzar su carrera en Europa como eurodiputado de pleno derecho,