El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont siembra el desconcierto y una cierta sensación de caos en sus equipos de trabajo.
En los últimos meses, sus más estrechos colaboradores le han puesto el apodo de «Maniac Mansion» a su residencia en Waterloo, según ha señalado ABC. (Puigdemont insulta a los ciudadanos que retiran lazos amarillos)
Sus constantes crisis y sus desconfianzas, que se han multiplicado en las últimas semanas, han generado un ambiente extraño.
En una de las últimas imágenes, se ha visto a Carles Puigdemont algo más lleno de lo normal y los debates sobre su peso no han cesado. (Puigdemont admite la mentira del independentismo: son pocos y cobardes)
La realidad, según Salvador Sostres, es que su paranoia se ha incrementado y usa chalecos antibalas a diario porque teme que alguien quiera asesinarle.
Además, su miedo no acaba ahí ya que también teme que intenten acabar con su vida a través de alimentos envenenados y, por ello, se lo ofrece antes a miembros de su grupo de trabajo. (Puigdemont se descojona de las familias rotas por el procés independentista)
Pastelitos de Rasquera
El último domingo de 2018, unos admiradores quisieron obsequiarle con una caja de los famosos pastelitos de Rasquera y Puigdemont reaccionó de forma extraña.
El expresidente de la Generalitat abrió la caja y, antes de probarlos, ofreció a los agentes que se ocupan de su seguridad en su residencia de Waterloo. (Puigdemont define al PSOE: "Es un desbarajuste sideral")