Belén Esteban y su Miguel están de celebración.
El matrimonio se ha podido reencontrar al fin después de más de dos meses separados por culpa del coronavirus. (Todos los valencianos estallan contra Belén Esteban por lo que ha hecho. ¿Qué es esta birria?)
No han sido tiempos fáciles para ellos pero Belén ya puede respirar tranquila porque Miguel ha vuelto a la casa de Paracuellos para quedarse.
Ambos tomaron la drástica decisión de pasar separados el confinamiento debido a que ella es persona de riesgo por la diabetes que padece y él es técnico sanitario por lo que ha estado en contacto directo con contagiados por el virus.
Belén y Miguel dan rienda suelta a la pasión
A todo esto, Belén aunque ha seguido las instrucciones del Gobierno a rajatabla, no ha dejado de trabajar.
Lleva sin acudir a Sálvame tres meses, sin embargo, junto a su hija Andrea ha conseguido sacar adelante su sección de cocina.
Durante la tarde de ayer Belén se dispuso a cocinar un arroz con leche y no pudo evitar anunciar que quien estaba tras la cámara no era su hija Andrea sino su marido Miguel.
"Estamos en la misma casa, ahora está de teleoperador de cámara. Está todo muy bien, estamos muy contentos. Ha sido un poco duro, no te voy a engañar. No voy a ser populista porque todo el mundo sabe lo que ha pasado, pero nos hemos echado mucho de menos", confesaba emocionada. (El trío más surrealista de Belén Esteban deja en blanco a Jorge Javier Vázquez)
Andrea es muy consciente de lo que la vuelta de Miguel ha supuesto en la vida de su madre y es que de bien seguro habrán dado rienda suelta a la pasión que no han tenido durante estos tres meses.
La propia Belén se atrevió a contar cómo había sido la primera noche de pasión entre ambos.
Jorge que no es nada discreto no tuvo reparos en preguntarle acerca sobre lo que habían hecho al encontrarse y se interesó por si ya dormían en la misma cama.
"¿cómo lo habéis hecho con la operadora?", decía haciendo referencia a Andrea. "A ver la gente tiene hijos y hace ñigui ñigui ñogo ñogo", respondía ella visiblemente incómoda. Finalmente acabó cortándole. "Que no voy a entrar en detalles Jorge", añadía.
No todo fueron risas
Belén acabó muy enfadada después de una broma que le gastó Kiko Matamoros. Tal fue el mosqueo de la colaboradora que acabó cortando la conexión.
"Sé donde trabajo pero el cachondeo se pasa. Estoy en mi casa tan a gusto. Es una chorrada un día, pero llevo 3 o 4 veces aguantando y es una gracia innecesaria", dijo muy enfadada.
Tras pedirle a su marido que colgara, volvía a conectar y se disculpaba por lo ocurrido.
"Me encantaría estar en el plató pero estoy aquí y cada vez que hago una receta lo hago con mucho cariño, me preocupo. Todos los días con tonterías de estas, no me hace gracia. Me he puesto nerviosa porque llevaba 1 hora esperando, perdonadme".